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Saná.-  Al menos 57 personas murieron, entre ellas tres niños, en un bombardeo de la aviación estadunidense contra presuntos militanteS de la red Al Qaeda en el sur de Yemen, en el primer ataque ordenado por la nueva administración estadunidense.

El bombardeo se registró la madrugada de este domingo en la localidad de Gunbattle, en el distrito rural de Yakla de la sureña provincia de al-Bayda, contra un bastión de Al Qaeda, que aprovechándose del conflicto en Yemen ha extendido su presencia en la zona.

De acuerdo con el testimonio de varios residentes, el ataque fue perpetrado por un avión no tripulado (dron) y helicópteros militares estadunindenses, que habría matado a al menos 57 personas, entre ellas 41 miembros del ala de Al Qaeda en Yemen.

Entre las bajas de la red terrorista estaría, Abdulraoof al-Dhahab, un prominente líder de Al Qeada y otros altos militantes, según un reporte de la cadena árabe Al Arabiya.

«La operación comenzó al amanecer cuando un dron bombardeó la casa de Abdulraoof al-Dhahab y otros helicópteros que volaron cerca descargaron a paracaidistas en su casa y mataron a todos dentro», dijo un residente a la prensa internacional, en condición de anonimato.

Fuentes médicas confirmaron la muerte 40 personas, entre ellas 16 civiles, tres de los cuales eran niños y seis más mujeres, aunque testigos aseguraron que hubo más de 57 víctimas fatales, entre ellas varios civiles.

En un mensaje en su cuenta oficial Telegram, Al Qaeda confirmó la muerte de al-Dhahab, a quien calificó como un «Guerrero Santo» y de otros militantes, sin especificar cuántos más murieron en el ataque aéreo estadunidense.

La incursión sería la primera que Estados Unidos lanza contra Yemen desde el inicio de la guerra civil hace casi dos años y la primera operación de ese tipo ordenada por la presidencia de Donald Trump.

Estados Unidos llevó a cabo docenas de ataques de drones en Yemen durante toda la presidencia de Barack Obama, en el marco de su lucha contra la red Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), considerada como una de las ramas más peligrosas del grupo militante global.

La AQAP y otros grupos extremistas, como el Estado Islámico (EI) han aprovechado la guerra en Yemen para llevar a cabo asesinatos y atentados con bombas, principalmente en áreas que están controladas por el gobierno del presidente Abd Rabbah Mansur Hadi.

La República de Yemen ha permanecido sumido en el caos desde septiembre de 2014, cuando las tropas rebeldes Houthi tomaron el control de la sede del gobierno, el aeropuerto, escuelas y varios edificios públicos de Saná, obligando al presidente Hadi a huir.

Desde el 26 de marzo de 2015, una coalición de nueve países árabes, liderada por Arabia Saudita, impulsa una ofensiva militar contra la milicia rebelde Houthi, en busca de restablecer al presidente Hadi en el poder y regresar la calma a Yemen.