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Londres. La petición ciudadana contra la visita de Estado del presidente estadunidense Donald Trump a Reino Unido llegó hoy a un millón de firmas a 24 horas de haber iniciado la recolección.

El texto de la petición señala que debe permitirse la entrada del mandatario estadunidense dado su estatus de jefe de gobierno, pero no permitirle una visita de Estado porque sería vergonzoso para la reina Isabel II.

Trump ha provocado el enojo de grupos políticos y ciudadanos tras sus comentarios misóginos y su reciente prohibición a la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.

En su viaje a Washington del pasado viernes, la primera ministra británica Theresa May extendió la invitación al presidente Trump para una visita de Estado, sin fecha precisa pero que se espera para el transcurso de este mismo año.

Los jefes de Estado son hospedados en el Palacio de Buckingham y la reina ofrece un banquete en uno de los salones de la residencia con toda la pompa y circunstancia de la ocasión.

El ciudadano Graham Guest inició la petición en la página electrónica del parlamento argumenta que “la bien documentada misoginia y vulgaridad del presidente lo descalifica para ser recibido por Su Majestad la Reina o el Príncipe de Gales”.

Deportistas y políticos condenaron el reciente veto de Trump a siete naciones de mayoría musulmana entre ellas Somalia. El campeón olímpico británico de origen somalí que reside en Estados Unidos, Mo Farah, se pronunció en contra de esta medida “divisoria”.

Entretanto, políticos de izquierda y derecha condenaron las medidas migratorias que podrían afectar a británicos musulmanes que tienen doble nacionalidad.

El alcalde de la ciudad, Sadiq Khan, el primer musulmán en acceder a este cargo, se unió a las voces contra las medidas a las que calificó de “crueles” y “vergonzosas”.

Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson calificó de “divisoria” la medida a través de Twitter.

Tras la presión política, Theresa May se vio obligada a emitir un comunicado donde señala que “no está de acuerdo con la estrategia” y ordenó proteger a connacionales británicos que pudieran resultar afectados con la medida.