En corto

Leticia Alamilla Castillo

Más castigado el robo de ganado que el acoso sexual vs mujeres

“El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente” –Simone de Beauvoir-

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer activa de forma impresionante el abordaje del tema desde diversas perspectivas, con el objetivo de evidenciar las problemáticas que atraviesan las mujeres en distintos momentos y contextos de la historia, que sirve como marco referencial para evaluar los logros alcanzados en la actualidad.

Durante las últimas décadas han surgido un sinnúmero de organizaciones e instituciones educativas que se han especializado en asuntos de género y cuyas aportaciones son verdaderamente enriquecedoras para conocer la contribución de las mujeres en el devenir histórico de México y el mundo.

Para algunos o algunas, una moda, y para otros, la necesidad de incluir a las mujeres como actores fundamentales de la vida social, económica y política de México.

Lo cierto es que ciertos personajes se han montado en el tema de las mujeres de manera oportunista y se consideran una especie de “gurús” cuyas opiniones son irrefutables, y eso, no contribuye en mucho a enriquecer las soluciones a las problemáticas que este sector de la población vive cotidianamente.

Temas reciclados

Hace algunos días la titular del Instituto Nacional de la Mujer, Lorena Cruz Sánchez, declaró exactamente lo mismo que tres años antes: “En 30 entidades el robo de ganado se penaliza más que el acoso sexual a mujeres”, la única diferencia es que ahora agregaron un número específico de entidades que no han hecho nada por legislar y sancionar de manera más drástica el acoso sexual contra mujeres.

De acuerdo a la funcionaria federal Tlaxcala es una de las entidades en donde es más penalizado el robo de ganado que el acoso sexual en contra de mujeres, lo que deja muy mal parados a quienes tienen bajo su responsabilidad legislar para castigar a aquellos o aquellas que aprovechan un cargo para hostigar sexualmente a mujeres.

La lucha por mejorar las condiciones de las mujeres data de hace más de cien años y de manera más intensa hace medio siglo, pero al parecer, los legisladores retoman el tema para incluirlo en discursos rimbombantes cerca o durante la conmemoración de un año más del día de la mujer y eso si es lamentable.

Falta de estadísticas

Como muchos otros temas “tabú” en sociedades como la nuestra, el acoso sexual se incluye en esa larga lista de problemas no cuantificados por la falta de denuncias ante las autoridades correspondientes.

Y es que desafortunadamente mujeres que trabajan en una oficina, como empleadas domésticas, ejerciendo actividades profesionales o algún oficio son víctimas constantes de discriminación y acoso sexual y quienes legislan están “en otros asuntos más importantes” que el que representan aquellas que por “necesidad” toleran acciones que lesionan su dignidad.

A manera de ejemplo, hace tres años la delegada del Issste declaraba a un medio local el hostigamiento sexual que sufrieron dos mujeres que no quisieron ratificar la denuncia hecha en la PGJE, por lo que todo quedó en una sanción administrativa y la reubicación del personal involucrado en otra área.

Pero cómo olvidar el caso del director del Deporte de Tlaxcala, de apellido Sánchez, quien en el año 2005 tenía cierta afición por levantar la falda a sus colaboradoras, en una acción de evidente acoso sexual, y que le costó el empleo un par de semanas después de haber sido denunciado ante las autoridades y de convertirse en nota nacional.

Así como estos casos podemos encontrar un gran número de otros que se cree han sido olvidados, pero quedan en la memoria colectiva, desafortunadamente como parte del anecdotario y los chascarrillos de la sobremesa.

El problema de fondo con el tema de las mujeres que son acosadas sexualmente en los diversos espacios en los que se desenvuelven es la cultura de la “no denuncia”, que no permite ver la dimensión real del problema, y con ello, ejercer presión social a quienes tienen bajo su responsabilidad legislar y sancionar.

Lo peor de todo

El año pasado un diagnóstico sobre la violencia sexual en México llevado a cabo por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) reveló que sólo 3 de 100 ataques sexuales son castigados en nuestro país, y estos datos, en nada incentivan la cultura de la denuncia para evitar la violencia ejercida fundamentalmente en contra de mujeres, niños y niñas en este país.

Lo peor de todo es cuando afirman que “una persona en México puede atacar sexualmente a otra prácticamente con la seguridad de que no habrá consecuencias. De cada 100 agresiones que se perpetran, solamente seis llegan a ser denunciadas por las víctimas y de esas ni la mitad terminan consignadas por las procuradurías”.

Estos datos resultan alarmantes porque significa que existen serios problemas en la impartición de justicia a las víctimas de violencia sexual, ya sea, por fallas estructurales, de ejecución o que el marco legal no está homologado a nivel nacional.

A pie de página

Valdría la pena ver sí nuestros legisladores locales le entrarán a temas como son el acoso sexual para crear un marco legal que esté encaminado a la protección de personas que son víctimas de este delito.