Los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, mejor conocidos como  (DESCA) son los Derechos Humanos relacionados con el lugar de trabajo, la seguridad social, la vida en familia, la participación en la vida cultural y el acceso a la vivienda, la alimentación, el agua, la atención de la salud y la educación de igual forma se les ubican como los derechos de segunda generación.

Estos representan la base esencial para que el ser humano pueda desarrollar sus capacidades, es decir, refieren a los derechos que posibilitan a las personas y sus familias a gozar de un nivel de vida adecuado.

Estos derechos están consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) adoptado por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1966, y entrando en vigor en México hasta 1983.

Entre ellos se encuentran: la libre determinación de los pueblos; la no discriminación, la igualdad entre hombres y mujeres en el gozo de los DESCA; el trabajo libremente escogido y aceptado; condiciones de trabajo justas, equitativas y satisfactorias; libre sindicación; seguridad social; más amplia protección y asistencia a la familia; nivel adecuado de alimentación, vestido y vivienda, y mejora continua de la existencia; más alto nivel de salud física, mental y social; educación para todos; cultura y progreso científico y tecnológico.

En noviembre de 1998, en el marco de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se firmó el llamado Protocolo de San Salvador en el cual se retomaron los contenidos del PIDESC y se ampliaron para la región de América Latina y el Caribe al agregar derechos sobre el Medio Ambiente y la protección de grupos específicos de la población; a partir de entonces fueron DESCA.

Los DESCA han enfrentado toda una serie de retos para su cumplimiento, el primero de ellos es el hecho de lograr asumirlos como derechos fundamentales para el desarrollo adecuado de la vida de las personas y no como servicios que son brindados por los gobiernos locales o el federal; en ese mismo sentido, una de las excusas que argumentan las autoridades es que para cumplir con los DESCA se necesita una gran inversión de recursos que no puede ser llevada a cabo por contar con presupuestos limitados.

La responsabilidad del respeto por el reconocimiento, garantía y cumplimiento de los Derechos Humanos, no solo debe recaer sobre los Estados, sino en todos y cada uno de los sectores que conforman la sociedad en su conjunto. Por ello, cada persona debe conocer los derechos que posee y de esta manera convertirse en agente portavoz de estos conocimientos.

«Los Derechos Humanos son sus Derechos. Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e Insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos. Son lo mejor de nosotros. Denles Vida«.

Kofi Annan, Ex Secretario General de las Naciones Unidas y Premio Nobel de la paz

 

Lic. Victor Austria Mercado

Secretario Ejecutivo de la CDHEH