Inocencia, la de los menores de edad que son empleados por los huachicoleros, quienes les piden ser “halcones” para avisarles cuando se acerque la policía, los medios, cualquier persona sospechosa.

Es inocencia también la un segmento de la sociedad que piensa que el problema está allá, lejos, “en un pueblito que se llama mmm…. ¿Acatzingo? ¿Serdán? O algo así”.

Es inocente la posición de imaginar que las autoridades policiales de anteriores administraciones desconocían las tripas del problema como para no atajarlo desde su origen.

Es decir: que somos muy inocentes si pensamos que el grave problema del robo de combustible de los ductos de Pemex se resolverá así como así.

El fenómeno en serio necesita una contundente respuesta. Una integral, inteligente y amplia intervención de las instancias estatales y federales, porque está claro que las municipales están rebasadas, amenazadas o coludidas.

Este jueves mi compañera Charo Murillo da cuenta del hallazgo de tres cuerpos en Maltrata, Veracruz, que corresponderían a los agentes de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (Fisdai) que fueron reportados como desaparecidos, tras la agresión que sufrieron por un comando en el municipio de Atzitzintla.

“La tarde de este jueves, elementos de la Unidad de Secuestros del vecino estado y personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla acudieron a calle 5 de febrero por la localización de los cadáveres dentro de una camioneta pick up de color rojo”, explica mi compañera.

La nota agrega que “Se presume que las víctimas serían los tres agentes de la Fisdai que por la mañana fueron “levantados” por el comando armado que los atacó en Atzitzintla, hecho que generó una fuerte movilización en la zona”.

Grave.

Gracias y nos leemos el lunes.

Mientras tanto nos encontramos en Twitter en @erickbecerra1