WASHINGTON — Estados Unidos disparó el jueves una andanada de misiles crucero contra territorio sirio como represalia por el atroz ataque con armas químicas ocurrido esta semana contra civiles, dijeron funcionarios estadounidenses.

Fue el primer ataque directo estadounidense contra el gobierno sirio y la orden militar más drástica de Donald Trump desde que llegó a la presidencia.

El sorpresivo ataque marcó un notable cambio de rumbo para Trump, quien cuando era candidato criticó que Estados Unidos se haya involucrado en la guerra civil siria, ahora en su séptimo año. Pero al parecer el presidente fue conmovido por las fotografías de niños muertos a causa del ataque químico, lo que calificó como «una deshonra para la humanidad» que cruzó «muchas líneas».

Aproximadamente 60 misiles Tomahawk estadounidenses, que fueron disparados desde buques de guerra en el Mar Mediterráneo, tuvieron como blanco una base aérea.

Funcionarios estadounidenses creen que las armas químicas fueron lanzadas desde aeronaves del gobierno sirio con un agente neurotóxico, posiblemente gas sarín.

El presidente no anunció los ataques con antelación, aunque él y algunos funcionarios de seguridad nacional intensificaron sus advertencias al gobierno sirio durante todo el jueves.

«Pienso que lo que ocurrió en Siria es un crimen verdaderamente indignante y no debió ocurrir y no se debió permitir que ocurriera», dijo Trump a reporteros en el avión presidencial Air Force One cuando se dirigía a Florida, donde sostendría una reunión con el presidente chino Xi Jinping.

El ataque estadounidense ocurrió mientras Trump estaba reunido con Xi tratando otro tema que es un dilema de seguridad para Estados Unidos: el programa nuclear de Corea del Norte. Las acciones de Trump en Siria podrían ser una señal para China de que el nuevo presidente no tiene miedo de tomar medidas militares unilaterales, incluso si naciones cruciales como China se interponen en el camino.