El principal precursor de la esgrima en Puebla tiene un nombre, se trata de Viterbo Simont Zerón, quien ha dedicado más de 50 años de su vida a forjar talentos en esta disciplina. Pese a las dificultades que ha afrontado a lo largo de estos años, hoy se mantiene de pie y con una nueva camada de jóvenes confía en seguir haciendo historia.
“Tengo 50 años en la esgrima, primero como exponente y más de 35 años como entrenador, las generaciones de esgrimistas llegan por oleada, esta es la última generación que tengo y ha dado muy buenos resultados”, dijo Simont Zerón durante entrevista realizada en la nueva ubicación de la escuela de esgrima, en Fresnos 51 en Arboledas de Guadalupe.
De profesión cirujano, desde muy joven la esgrima marcó la vida de Viterbo Simont, sus hijas fueron esgrimistas de talla internacional tal es el caso de la Soledad y Georgina, después sus nietos Fátima Larga Espada y Viterbo se lucieron en las competencias.
La motivación principal para seguir difundiendo este deporte pese a las situaciones adversas son los competidores.
«Antes me motivaban mis hijos, luego llegó otra generación de atletas que no dio muchos resultados pero hoy con mis deportistas estoy buscando que sean protagonistas del deporte”.
A sus 85 años, Viterbo Simont se ha enfrentado a diversos obstáculos, las envidias de la propia asociación poblana, y posteriormente hace cuatro años las autoridades del Inpode le dijeron que no había cabida para la esgrima en la Unidad Deportiva Mario Vázquez Raña y lo sacaron de estas instalaciones, sin importar los propios atletas.
Por más de tres meses entrenó en la privada cercana a su domicilio particular, hasta que gracias al apoyo de los padres de sus alumnos se pudo conseguir un nuevo local para la formación de talentos.
«Los padres sostienen esto, los padres pagan la renta, su esfuerzo es lo que sostiene a sus hijos en este deporte que se ha vuelto bastante caro, yo sólo los entrenó y los apoyo con parte del equipo pero no hay apoyo de nadie”.
