Quito. Con un encuentro con el presidente ecuatoriano Rafael Correa comenzó el martes la segunda ronda de reuniones entre los delegados del gobierno de Colombia y de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional en busca de un eventual acuerdo de paz.

El mandatario ecuatoriano, que debe entregar el poder en poco más de una semana a su sucesor Lenín Moreno, presidió la cita en la que ambos bandos expresaron su decisión de avanzar con ese objetivo de pacificación.

“Sinceramente creo que este paso tan valiente dado por el presidente Juan Manuel Santos es la mejor noticia de las últimas décadas en nuestra América”, dijo Correa.

El jefe del equipo negociador del gobierno colombiano, Juan Camilo Restrepo, aseveró que “después de tantas décadas de violencia y tensiones (Colombia) aspira a que podamos seguir avanzando hacia la democracia”.

Añadió que Ecuador y sus autoridades “nos han prestado realmente una colaboración y un acompañamiento invaluable hasta el punto de que originalmente se había previsto que Ecuador sería sede de una ronda y la hemos prolongado”.

Por su parte el comandante del ELN, Pablo Beltrán, aseguró que la paz en Colombia ayudará a Ecuador y a los países vecinos y manifestó que “el objetivo del ELN es hacer de América Latina una región de paz”.

El 6 de abril las delegaciones terminaron en Quito una primera ronda de negociaciones en las cuales acordaron proteger a la población, disminuir la intensidad del conflicto y desarrollar un trabajo de desminado.

Delegados del ELN y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mantuvieron la semana pasada una cita de tres días en La Habana con el objetivo de que las dos guerrillas se retroalimenten de sus experiencias en busca de una salida pacífica al conflicto.

El ELN nació en 1965 como un proyecto político antiimperialista inspirado en la revolución cubana y tiene en sus filas a unos 1.500 combatientes, según cifras oficiales.

Como sucedió con las FARC, que negociaron con el gobierno colombiano entre noviembre de 2012 y septiembre de 2016 en La Habana, el diálogo se inició sin cese del fuego y por ello continúan las acciones armadas.