Manchester. La policía detuvo a otras dos personas en relación con el ataque con una bomba que mató a 22 personas en un concierto en Manchester, mientras las autoridades británicas criticaban la filtración de datos de las pesquisas por parte de funcionarios estadounidenses.

“Se están haciendo progresos”, afirmó el jueves la primera ministra británica, Theresa May, tras una reunión del gabinete de crisis COBRA del gobierno. “El público debe permanecer atento”, añadió, señalando que el nivel de alerta se mantendrá en crítico, lo que implica que otro ataque podría ser inminente.

Se esperaba que May planteara la cuestión de las filtraciones al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando ambos coincidieran el jueves por la tarde en Bruselas. Las autoridades británicas se han mostrado especialmente molestas por la publicación en el New York Times de imágenes de pruebas sobre la bomba utilizada en el ataque.

Agentes británicos de seguridad estudiaban si debería compartirse más información relacionada con el caso, según un funcionario que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a comentar la investigación en curso.

El acuerdo de intercambio de información entre Londres y Washington se basa en la confianza y las filtraciones ponen en peligro las investigaciones activas, añadió el funcionario.

La policía de Manchester publicó un comunicado condenando las filtraciones en nombre de las divisiones antiterroristas de la policía nacional. El texto sugería una pérdida de confianza entre Gran Bretaña y Estados Unidos, dos países que han compartido información de inteligencia al más alto nivel de forma tradicional.

“Cuando se rompe la confianza, socava estas relaciones y socava nuestras investigaciones y la confianza de víctimas, testigos y sus familias”, afirmó el comunicado de la policía.

“Este daño es aún mayor cuando implica la publicación no autorizada de posibles pruebas en medio de una importante investigación antiterrorista”, añadió.

La policía y los servicios de seguridad también están molestos porque, al parecer, funcionarios estadounidenses filtraron el nombre del sospechoso, Salman Abedi, que se publicó mientras la policía británica evitaba divulgar su identidad por motivos de seguridad operativa.

El nombre del sospechoso fue filtrado supuestamente por funcionarios estadounidenses justo mientras se realizaban redadas en Manchester y Libia, donde vive el padre del acusado.

La secretaria de Interior, Amber Rudd, se quejó de que la policía podría perder “el factor sorpresa” en su intento de impedir nuevos ataques debido a las revelaciones.

Mientras cientos de soldados británicos se desplegaban para proteger algunos de los lugares turísticos más visitados en Londres y otros lugares, la policía trabajaba contrarreloj para descubrir la red que se cree ayudó a Abedi en el ataque.

Agentes y soldados acudieron el jueves a una universidad de Trafford, cerca de Manchester, tras recibir un aviso, según la policía.

Un equipo de expertos en explosivos se desplazó hasta el lugar, según confirmó la policía de Manchester, aunque era demasiado pronto como para saber si la alerta estaba relacionada con el ataque en Manchester. Se cortaron varias calles y los agentes estaban “analizando la situación en este momento”, añadieron las autoridades.

Las autoridades habían informado antes de dos nuevas detenciones en las zonas de Manchester y Withington, en el sur de la ciudad.

Por el momento hay ocho hombres detenidos en relación con el ataque del lunes, incluido el hermano de Abedi Ismail, según dijo a Associated Press su padre, Ramadan Abedi. Una mujer fue detenida el miércoles por la noche y liberada más tarde sin cargos.

El padre del sospechoso negó que su hijo Salman, fallecido en el ataque, tuviera lazos con milicianos y afirmó que “no creemos en la muerte de inocentes” antes de ser detenido en Libia junto con su otro hijo, Hashim.

Las autoridades también registraron el jueves por la mañana una propiedad en la ciudad, en la zona de Moss Side, y realizaron una explosión controlada.

Abedi murió en la explosión del lunes en el concierto de Ariana Grande. La artista canceló varios conciertos previstos en los próximos días en Londres y otras ciudades de Europa.