Carlos Salinas de Gortari, economista y político mexicano, nació en la Ciudad de México el 3 de abril de 1948. Fue Presidente de México del 1 de diciembre de 1988 al 30 de noviembre de 1994.

Previamente había sido secretario de Programación y Presupuesto en el gobierno de Miguel de la Madrid.

Durante su sexenio, se dieron importantes cambios económicos, entre ellos firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, privatización masiva de empresas estatales, incluida la banca; la implementación del Programa Nacional de Solidaridad y el aumento de desigualdad en el país. Carlos Salinas ascendió a la presidencia en una de las elecciones más polémicas de la historia reciente de México, en las que ocurrieron diversas irregularidades.

La elección se llevó a cabo el 6 de julio de 1988; luego de una inestabilidad económica de más de 10 años, la estructura del PRI se debilitó y por primera vez en la historia moderna de México se vio una candidatura de oposición, como la Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, como una posibilidad real de asumir la presidencia de la República.

Cuando el conteo preliminar de los votos aparentemente registraba una ventaja para Cárdenas, el entonces secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral, el político de formación priista Manuel Bartlett anunció que el conteo de votos se suspendía debido a una ‘caída del sistema’.

A las 20 horas del día de la elección, se presentaron en la sede de la Secretaría de Gobernación los candidatos Manuel Clouthier, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Rosario Ibarra denunciando la ilegalidad del proceso. En los días posteriores a la elección se realizaron diversas manifestaciones que expresaban el descontento por la manera en que se llevó a cabo la elección.

Una semana después, el resultado oficial indicaba que Salinas de Gortari había ganado las elecciones con un 50.4 %, 31% había sido para Cuauhtémoc Cárdenas y 17% para Manuel J. Clouthier.

Las boletas de votación, que la oposición exigía que se hicieran públicas para aclarar las anomalías, fueron destruidas por decisión de la Cámara de Diputados, controlada por el PRI.