Colima.- Déjà-bus es una aplicación (app) para dispositivos móviles que permite al pasajero conocer el tiempo de llegada de los autobuses equipados con sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés) y optimizar los itinerarios y tiempos de traslado.

El doctor en bioestadística por la Universidad de Cornell, Carlos Moisés Hernández Suárez creó esta app, que informa al pasajero cuánto tiempo falta para que el autobús llegue a la estación, parabús o punto de espera.

Hernández Suárez, nivel II en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), recibió recursos del Fondo Sectorial de Innovación (Finnova), en el que participan el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Economía (SE), para solicitar en Estados Unidos una patente del procesamiento matemático que se usa para realizar las predicciones, es decir, la forma en que Déjà-bus puede permitir predecir la llegada del autobús a cualquier lugar, sea parada o no.

El profesor investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima (Ucol), explicó la importancia de dicho trabajo y las principales innovaciones desde su creación en 2010.

Doctor Carlos Moisés Hernández Suárez, creador de esta app. Foto: Especial/Síntesis

Respecto a las diferencias de esta app de otras similares, Hernández Suárez destacó que las otras aplicaciones solamente hacen predicciones para las paradas autorizadas. Sin embargo, en ocasiones la gente las va creando por costumbre. «Nuestro sistema lo que hace es que la persona se puede parar en cualquier punto de la ruta y le informa cuánto tiempo falta para que llegue el autobús a ese lugar, sea parada o no, lo que lo hace más complicado».

Para usar esta app, el autobús debe tener un GPS, «el problema que hemos tenido, por lo que no se ha implementado en otras ciudades es porque, aunque muchas de las unidades cuentan con este sistema de georreferencia, los propietarios no son dueños de la señal y pagan una mensualidad para tener este servicio, que no comparten los proveedores con Déjà-bus por diversos motivos».

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) quería esta app para el Pumabús, el problema es que los circuitos cambian constantemente en la ciudad universitaria, dependiendo de las necesidades y como Déjà-bus funciona declarando qué ruta va a seguir cada autobús desde el día anterior, es difícil cambiar la ruta en el sistema cuando se presenta un cambio imprevisto, como ocurre con el Pumabús, en el que en muchas ocasiones los autobuses requieren cambiar de rutas en el transcurso del día.

Actualmente la app Déjà-bus tiene 12 mil consultas al día en el estado de Colima, de las cuales el 90 por ciento de las solicitudes es de la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez.

Déjà-bus, que está disponible en App Store, Play Store y Microsoft Store, nació cuando el doctor Carlos Moisés Hernández Suárez, estuvo haciendo un año sabático en la Unidad Monterrey del Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), que dirige todavía la doctora Graciela González Farías, «a quien le encanta la aplicación de las matemáticas a la vida real, especialmente a la industria y creo yo, es una de las líderes en este campo en México. Durante un año estuve trabajando en Monterrey y ella me consiguió que los transportistas me pasaran la señal de GPS para desarrollar Déjà-bus en el 2010. Esto no hubiera sido posible sin su capacidad de gestión».

Al principio, funcionó en Monterrey dos años con más de 700 autobuses, pero después cambió la administración de los autobuses y ya no nos pusimos de acuerdo por mi insistencia de que Déjà-bus siga siendo gratis para todos, transportistas y usuarios.

Actualmente, los estados de Puebla, Querétaro y Yucatán y países como Paraguay y Bolivia están interesados en Déjà-bus, pero falta ponernos de acuerdo con los propietarios de la señal de GPS, destacó el investigador.

Por ahora, si los autobuses de una ciudad tienen GPS, entonces se puede instalar en esa ciudad sin costo para transportistas o usuarios. Sin embargo, el problema no son los transportistas, sino los dueños de la señal que transmite el GPS, que no la quieren compartir y los transportistas no pueden evitarlo. De hecho, en la Ciudad de México ya se había acordado que se usaría Déjà-bus, pero por las razones antes mencionadas está suspendido.