Amado Nervo, nació el 27 de agosto en Tepic, Nayarit, en el seno de una familia española, su verdadero nombre era Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo y Ordaz.

Tras la muerte de su padre, Nervo fue enviado a estudiar a un Colegio de Padres Romanos en Jacona, Michoacán y, posteriormente, al prestigioso seminario de Zamora donde cursó la preparatoria. 

Después inició la carrera de Derecho natural, sin embargo, los problemas económicos que atravesaba su familia lo hicieron regresar a Tepic de donde luego partió a Mazatlán.

Más tarde, en 1894, decidió trasladarse a la Ciudad de México, donde continúo trabajando como periodista y logró abrirse camino en la Revista Azul.

Posteriormente junto a su amigo Jesús E. Valenzuela (1856-1911) fundó la Revista Moderna. Estas dos publicaciones fueron el resultado de las ansias e impulsos modernistas que aparecieron, en aquella época, en todos los rincones de la Latinoamérica literaria y artística.

En 1900, el diario ‘El Imparcial’ lo envió como corresponsal a la ‘Exposición Universal de París’, y al ser cautivado por la ciudad francesa decidió residir ahí durante dos años, tiempo en el que entabló una amistad con el gran poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916).

Fue colaborador de revistas y periódicos, como la Revista Azul de Manuel Gutiérrez Nájera. Además, formó parte de la redacción de EL UNIVERSAL, El Nacional y El Mundo.

Entre sus obras destacan ‘Ofertorio’, ‘Los grandes poemas de Serenidad’ (1912) y ‘Elevación’ (1916), así como ‘El Bachiller’ (1896), ‘Juana de Asbaje’ (1910) y ‘El estanque de los lotos’ (1917), entre otros.

Amado Nervo murió el 24 de mayo de 1919, hace 98 años. El autor de «El donador de almas» (1988) escribió novela, cuento, poesía y ensayo. Murió cuando tenía 48 años de edad.

Te dejamos uno de sus poemas más representantes: