El pasado viernes 8 de septiembre comenzó el Proceso Electoral que renovará a la Presidencia de la República y al Congreso de la Unión. Los mexicanos estaremos ante la posibilidad de decidir con nuestro voto una nueva realidad política. Es tiempo de cambiar lo que no nos gusta.

No sólo basta acudir a las urnas el próximo año a emitir nuestro voto, es importante también expresar nuestra inconformidad desde ahora.

Estamos a 10 meses de la elección, un periodo donde debemos repensar nuestro destino inmediato. Sabemos qué es lo está fallando y en breve los partidos nos mostrarán sus carencias, entrarán en conflictos internos que afectarán al país. Ellos sólo ven por si mismos, no les importa que en el choque de trenes que representará la batalla por las candidaturas, el país se afecte.

Conocemos quienes serán los candidatos, son los políticos de siempre, esos que llevan décadas enriqueciéndose de los recursos que les da el estado. Viven de nuestros impuestos y nunca te responden.

Es fundamental que durante todo el proceso le hagamos saber a los políticos de décadas que ya no los queremos.

Iniciativas como el voto en blanco han probado su inutilidad, ya que al anular tu voto se lo estás ofreciendo al candidato que, por medio del corporativismo, logre obtener tan sólo un sufragio.

Tampoco sirve expresar tu malestar no acudiendo a las urnas, el abstencionismo sólo beneficia a los partidos que tienen el mayor voto duro, entiéndase el grupo de borregos que siempre los siguen con tal de obtener un beneficio que siempre es una dádiva de miseria.

Nuestra mejor opción es participar y no sólo votando sino exigiendo a quienes se postulen verdaderos compromisos con el país, que se desmarquen de quienes siempre se han apoderado de los puestos, que expulsen de sus círculos a los Romeros Deschamps, a los Peña Nieto, a los Andrés Manuel, a todos esos políticos vividores que sólo saben gozar de nuestros impuestos.

Por primera vez en la historia electoral podemos elegir a un candidato independiente a la Presidencia de la República. Es una buena opción para cambiar las cosas pero debemos estar atentos para evitar que se cuele un político de partido expulsado de su grupo o enojado porque no obtuvo el poder dentro de su círculo.

Ya vemos a muchos candidatos independientes – dependientes del PRI y el gobierno de Peña Nieto como José Antonio Meade; o dependientes de MORENA como Armando Rios Piter y Juan Ramón de la Fuente; o dependiente de las peores prácticas priistas como Jaime Rodríguez El Bronco, que después de 31 años de militancia en el PRI engañó a los habitantes de Nuevo León al presentarse como independiente manteniendo a ese estado en las mismas prácticas de los gobiernos anteriores.

Es necesario crear observatorios ciudadanos que vigilen las actividades de los precandidatos, que denuncien todas las irregularidades que suelen cometer los partidos y el gobierno, que propongan nuevas ideas y sobre todo que busquen impulsar ciudadanos a candidaturas independientes para todos las candidaturas en el país.

Estarán en juego 3,224 puestos de elección popular entre Presidente, senadores, diputados federales y locales, gobernadores. La oportunidad para que los ciudadanos retomemos el rumbo de México está abierta y como decía Winston Churchill “nosotros somos dueños de nuestro destino, nosotros somos capitanes de nuestra alma”.

#JuntosporMéxico  #PoderparaHacer

@PedroFerriz