En esta región caliente de Puebla, donde se ubicó el epicentro del sismo de la tarde del martes, hombres, mujeres y niños observan la comitiva de visitantes encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto que camina sobre las ruinas de una comunidad de este municipio.

Son casi la 2 de la tarde y el saldo fatal del temblor en Puebla es de 45, de los cuales 9 son de la capital del estado.

Por ello, el presidente anuncia que las labores de rescate continúan y niega categórico la versión de que ordenó suspender la búsqueda de personas debajo de los escombros, especialmente en la Ciudad de México.

«Les pido no hacer caso de rumores, el rescate continúa hasta la última etapa y hasta que haya la última esperanza de encontrar gente con vida», aclara.

El temblor es el más fuerte del último siglo, apunta el mandatario, al tiempo de anunciar que el plan de acción ante la emergencia consta de tres etapas: apoyo a afectados, censo de daños y reconstrucción.

Lamentablemente hay muertos, heridos y “cientos» de casas colapsadas, fracturadas o con algún daño estructural.

Tal situación es la preocupación del gobierno; Peña Nieto expresa a los pobladores que se le acercan: «No están solos, los vamos a ayudar, pero si su casa está cuarteada ya no regresen, vayan al albergue”.

Asegura que elementos de las fuerzas armadas y de las policías locales iniciarán las tareas de reconstrucción a más tardar en 12 días, cuando se tenga listo el censo de daños en las entidades afectadas.

A paso lento el presidente recorre la junta auxiliar de Pilcaya, extiende la mano y le dice a la gente que tengan calma y también confianza de que la ayuda para la reconstrucción de sus casas va a llegar.

Hace una pausa y agradece a los miles de voluntarios por su compromiso y solidaridad con el país.

Enseguida comenta que hay 38 edificios siniestrados en la CDMX donde todavía se llevan a cabo trabajos de rescate.

También envía condolencias a las familias poblanas que perdieron a algún familiar durante la tragedia y les ofrece total apoyo de su gobierno.

A su lado, el gobernador Antonio Gali Fayad, expresa que Puebla ha vivido cuatro momentos de desastre este año; dos huracanes –Franklin y Katia-, y los sismos del 8 y 19 de septiembre.

Pero agradece a Peña Nieto por «siempre» estar al pendiente de Puebla y también por la colaboración de todos los cuerpos de rescate y el Ejército para la atención de las personas afectadas.

En la estancia del mandatario desfilaron funcionarios de los tres niveles de gobierno, incluidos secretarios del gabinete estatal, delegados federales y priistas como Lucero Saldaña y Jorge Estefan Chidiac, a este último los pobladores lo señalaron con el dedo por «mentiroso», pues afirman que les hizo promesas de campaña que nunca cumplió.