Morelos.- Su vivienda ahora está cuarteada y a punto de colapsar, y una parte totalmente se cayó. Los adobes están muy sensibles por el sismo y otro poco por las lluvias que han caído en la zona.

Al pie de una de las montañas que envuelven al municipio de Amacuzac, en el estado de Morelos; don Flavio evidencia que algunas autoridades después del sismo del pasado 19 de septiembre, se han acercado a revisar su vivienda; lo que le dicen es desolador: «tiene que salirse de casa»; no obstante, el señor no tiene en dónde pasar el día y la noche.

En la zona no hay algún albergue habilitado, el apoyo gubernamental no se ve; el apoyo ciudadano a marchas forzadas llega.

«Nos dijeron que tenía que venir una brigada desde la Ciudad de México para revisar más las viviendas, pero al momento no ha llegado», denunció.

El escenario da fe de que el señor, junto a su familia e hijos, viven en condiciones de pobreza: «todo mi corral fue afectado por el sismo, me dicen que nos tenemos que salir, pero la mera verdad no tengo a donde ir».

Incluso, reveló que desde hace tiempo le había pedido apoyo a protección civil para que le ayuden a reubicar su vivienda pero no le han hecho caso.

«Pedí apoyo porque estoy en una zona de riesgo, vea las piedras de la montaña como están y se pueden caer sobre mi casa, pero nunca me llegó el apoyo desde 10 años que lo he solicitado», sostiene.

 

 

 

 

 

 

Así como don Flavio, cientos de familias en la colonia Rancho Nuevo, de Amacuzac, Morelos, viven con el miedo de que un leve o intenso temblor se vuelva a sentir o que las inclemencias del tiempo y la naturaleza acaben definitivamente son tu patrimonio.

El joven Manuel cuenta que en su casa se derrumbaron dos cuartos, y los que quedaron están cuarteados.

El chico declara que además están a la expectativa de si ya habrá clases o aun no, las autoridades no les informan.

«Algunos nos dicen que ya regresamos el lunes, otros dicen que hasta nuevo aviso», subraya.

Aquí, la primaria Basilio Badillo también sufrió daño; la estructura del techo «se movió» de las columnas y paredes.

Manuel reitera que tras el sismo ahora les hace falta apoyo para que puedan para dormir mejor, como cobijas, colchones y ropa, ya que además hay mucha lluvia.

Él y sus hermanos se van a casas de vecinos para dormir.