Esta semana comenzará el juicio de un inmigrante mexicano que mató a tiros a una mujer en un popular muelle de la ciudad estadounidense de San Francisco.

José Inés García Zarate, de 54 años, reconoce haber disparado a Kate Steinle en la espalda mientras caminaba con su padre en el céntrico muelle el 1 de julio de 2015; sin embargo, asegura que el tiroteo fue accidental.

Dijo que estaba manipulando una pistola que encontró envuelta en una camiseta debajo de una banca cuando se disparó accidentalmente. El arma pertenecía a un guardabosques que informó que le fue robada de su automóvil una semana antes de que dispararan a Steinle.

La fiscalía de San Francisco acusa a García de asesinato no premeditado, lo que podría resultar en una sentencia de 15 años a cadena perpetua. La asistente del fiscal Diana García no quiso hacer ningún comentario para esta historia.

El abogado de García, Matt González, dijo que su cliente no se había dado cuenta de que el paquete que recogió contenía un arma, y ésta se disparó al desenvolver la camiseta.

Todo sucede en un lapso de tres segundos”, comentó González.

Pero los fiscales dicen lo contrario. Alegan que García apuntó de manera imprudente hacia la gente que estaba en el muelle.

El inmigrante ya había sido deportado cinco veces y vivía en la calle al momento del incidente. El tiroteo provocó un furor político durante la campaña presidencial y el magnate Donald Trump dijo que la muerte de Steinle era una razón para endurecer las políticas de inmigración.