Considerado la Catedral alterna de México, debido a que durante la Guerra Cristera sustituyó las funciones del importante inmueble religioso de la Ciudad de México, el templo de la Profesa es objeto de apuntalamiento, reparaciones y restauraciones en uno de sus arcos, la pilastra del coro y el sotocoro.

Así lo informó Raúl Delgado Lamas, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura, quien explicó que, a pesar de estas afectaciones motivadas por los sismos de septiembre, la Profesa se encuentra abierto al público y en pleno funcionamiento.

Indicó que el arco y la pilastra tienen fracturas que presentan un riesgo en cuanto equilibrio y estabilidad, y el soporte del entrepiso está fracturado, por lo cual se está apuntalando, paralelamente a trabajos de limpieza y traslado de obra artística que posibiliten la albañilería.

Además, señaló, se elabora un proyecto para hacer un refuerzo estructural y restauración del templo, lo que permitirá concursar esas obras y avanzar para el momento en que lleguen los recursos de la reconstrucción.

Para la primera fase de estos trabajos que se realizan desde octubre, explicó Raúl Delgado, se recibieron recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales de Apoyos Parciales Inmediatos y donaciones en especie de la iniciativa privada, como polines, barrotes y placas de acero donadas por la Fundación Carlos Slim. Los trabajos se realizan por parte de la empresa Tares (Taller de arquitectura y restauración), que encabeza David Pineda Muñoz.

Los empleados de la empresa trabajan en horario matutino, vespertino y nocturno, de 11:00 a 23:00 horas, porque cuentan con 30 días para ejecutar las obras de emergencia y apuntalamiento, según marcan las reglas del Fonden.

El Templo de la Profesa tiene una altísima relevancia en la historia del arte en México, de la arquitectura y en la actividad religiosa. Su origen se remonta a 1610, como residencia de sacerdotes jesuitas que habían emitido, además de los votos religiosos comunes de pobreza, castidad y obediencia, un cuarto voto de particular obediencia al Papa en cuanto a misiones se refiere. A estos presbíteros se les llama profesos en el derecho interno de la Compañía de Jesús.

El templo actual fue edificado en estilo barroco según diseño de Pedro de Arrieta, entre 1714 y 1720. En 1767, con la expulsión de la Compañía de Jesús de los dominios españoles, La Profesa fue entregada a la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, quienes hasta entonces tenían su templo en lo que hoy es la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. A inicios del siglo XIX se introdujo el estilo neoclásico en el interior y Manuel Tolsá diseñó el retablo mayor, dedicado a San Felipe Neri.

El templo resguarda una magnífica Pinacoteca que contiene una de las colecciones de pintura de caballete más importante de México, tanto por la relevancia de sus autores, como por el número extraordinario de obras de los siglos XVII, XVIII y XIX.

Raúl Delgado explicó que actualmente se lleva a cabo la última fase de la primera etapa de recuperación, y aclaró que en general el monumento está indemne, pues sólo requiere un trabajo ordinario de mantenimiento.

Aclaró que los trabajos no entorpecen la visita de los feligreses y el recibimiento del turismo nacional e internacional, ya que lo que está cerrado es la parte del coro, un área muy restringida y mínima para la obra.