En general solemos hacer nuestros propósitos el día de Año Nuevo, pero así como los hacemos los olvidamos, porque nuestro día a día nos va cambiando el panorama conforme a las circunstancias que se nos presentan.

Aunque es una bonita tradición, creo que lo mejor sería hacernos un solo propósito realista: el de ponernos las pilas bien cargadas para que nuestro año vaya generando las condiciones adecuadas para lograr lo que vayamos deseando.

Por ejemplo: si queremos hacer ejercicio, podemos organizar nuestro día a modo de que nos quede aunque sea media hora para dedicarla a nosotras, ya sea en casa o fuera de ella. Cada vez hay más opciones de gimnasios con precios accesibles.

La salud es un punto muy importante porque sin ella lo demás no lo podemos lograr, así que el ejercicio es fundamental para mejorarla; está más que comprobado que ejercitarse por lo menos tres veces por semana, reduce las enfermedades y mejora el estado de ánimo. Recordemos que hacer ejercicio libera endorfinas, que son las responsables de esa mejora. Para quien padece de bajones anímicos o lo que es peor, de depresión, el ejercicio es una excelente ayuda complementaria a los medicamentos o terapias.

Si queremos realizar un viaje en las próximas vacaciones o en cualquiera de las del año, podemos ir ahorrando aunque sea de a poquito. Si no hacemos el esfuerzo de hacerlo, será muy difícil alcanzar la recompensa deseada.

Pero lo más importante, si queremos hacer un cambio importante en nuestra vida si ésta no va bien, debemos ir paso a paso. Ningún cambio se logra de sopetón. Ninguna decisión se toma a la ligera y sin por lo menos algo de premeditación.

Los inicios de año son perfectos para desear no continuar con lo que sea que nos esté haciendo daño. Son los instantes precisos para ver con otros ojos el panorama que se nos presenta para los próximos 12 meses. Son los momentos ideales para visualizar la vida a futuro y las opciones que se tienen: si continuar como estamos aunque el día a día se amargo, o finalmente juntar todas las fuerzas que se encuentran guardadas en nuestro interior y atrevernos a romper con lo negro que hay en nuestra vida.

Si se requiere ayuda para realizarlo, es el momento para buscarla. Como les he platicado, en Puebla contamos con dos Centros de Justicia para las Mujeres, uno en Puebla capital y otro en el municipio de Tehuacán. En ambos centros se brinda ayuda psicológica y legal gratuita, entre otros servicios, que facilitan la difícil decisión de las mujeres de decir BASTA a cualquier situación violenta en sus vidas.

Por supuesto que los cambios también se pueden llevar a cabo aunque no haya nada malo en cómo va nuestra vida; los cambios también son buenos para salir de la rutina, ya sea la de casa o la laboral y para mejorar la situación económica.

Así que cualquiera que sea el caso, lo que queramos modificar debemos hacerlo poco a poco, planeando bien los pasos que vamos a dar y las posibles consecuencias. A esto se le llama hacer una “prospectiva” de nuestras vidas a corto, mediano y largo plazo.

No es algo fácil de realizar pero es importante darse un tiempo para sentarse a pensar y plasmar en papel las ideas y de este modo, en serio poner manos a la obra.

Ojalá cuando termine el presente año brindemos por los logros obtenidos. Sean muchos o pocos, lo importante es que hayan valido la pena.

Nos leemos el próximo domingo.

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