La ciencia dio un paso más hacia uno de los mayores objetivos de la medicina: un análisis de sangre que permita un diagnóstico precoz del cáncer.

Un equipo de la Universidad Estadounidense Johns Hopkins ha probado un método que permite detectar ocho de los tipos más frecuentes de la enfermedad.

El objetivo de este test es diagnosticar el cáncer en una fase temprana y salvar vidas, ya que se espera que pueda ser detectado antes de causar síntomas y cuando aún pueda ser extirpado mediante cirugía.

Los expertos médicos británicos calificaron el hallazgo como algo «muy emocionante».

El examen fue probado en 1.005 pacientes que presentaban cánceres de ovario, hígado, estómago, páncreas, esófago, colon, pulmón o mama, pero que aún no se habían extendido a otros tejidos u órganos. En promedio, la prueba logró identificar con éxito el 70% de los cánceres.

El doctor Cristian Tomasetti, de la facultad de medicina de la universidad Johns Hopkins, explicó que «este campo de la detección temprana es fundamental, y los resultados son muy emocionantes”, resaltó «creo que esto puede tener un enorme impacto en la mortalidad por cáncer».

Cuanto antes se diagnostica un cáncer, mayores son las posibilidades de poder tratarlo, sin embargo, cinco de los ocho cánceres investigados —hígado, páncreas, esófago, estómago y ovario— no tienen pruebas de cribado para la detección temprana, por lo que suelen diagnosticarse cuando la enfermedad ya está avanzada y con claros síntomas.

El cáncer de páncreas, por ejemplo, tiene tan pocos síntomas y es normalmente detectado tan tarde que cuatro de cada cinco pacientes mueren un año después de ser diagnosticados.

El hallazgo de tumores cuando todavía se pueden extirpar quirúrgicamente, según Tomasetti sería «una diferencia como del día a la noche para sobrevivir”.

El test se prueba ahora en personas que no han sido diagnosticadas de cáncer. Y esta, sin duda, será la prueba definitiva de su utilidad, la idea es que sea un complemento de otras herramientas de detección ya existentes como las mamografías para el cáncer de mama o las colonoscopias para el cáncer colorrectal.

El doctor Tomasetti, comentó «visualizamos un análisis de sangre que podríamos usar una vez al año”.

Los tumores liberan pequeños rastros de su ADN mutado y proteínas que producen en el flujo sanguíneo. Esta prueba es novedosa porque busca alteraciones en 16 genes y ocho proteínas que son a menudo liberadas.

Aumentar el número de mutaciones y proteínas analizadas permitiría detectar un mayor número de cánceres.

El doctor Gert Attard, del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres dijo que «esto tiene un potencial increíble, estoy muy emocionado. Este es el Santo Grial: un análisis de sangre para diagnosticar el cáncer sin otros procedimientos como escáneres o colonoscopias».

Comentó que «estamos muy cerca de usar análisis de sangre para detectar el cáncer ya que tenemos la tecnología».

Pero a su vez advirtió que todavía hay incertidumbre sobre qué hacer cuando se diagnostica un cáncer, pues en algunos casos, el tratamiento puede ser peor que vivir con un cáncer que no pone en peligro la vida de manera inmediata.

Los hombres, por ejemplo, ya pueden vivir con cánceres de próstata de crecimiento lento si son vigilados de cerca, en lugar de ser tratados.

El doctor Attard, comentó que «cuando detectamos el cáncer de una manera diferente, no podemos dar por sentado que todos necesitarán tratamiento”.