Milicianos armados atacaron la sede de una organización no gubernamental para la infancia en la provincia afgana de Nangarhar, matando a dos guardias de seguridad y un civil, además de desencadenar enfrentamientos con la policía que duraron varias horas, informaron los funcionarios provinciales. El grupo Estado Islámico reivindicó el ataque.

El asalto comenzó con un terrorista suicida, quien detonó sus explosivos en la oficina provincial de la ONG Save the Children en Jalalabad, la capital de Nangarhar.

El enfrentamiento terminó después de ocho horas y la policía mató a dos atacantes, informó Attahullah Khogyani, portavoz del gobernador provincial.

Al menos 26 personas, entre ellas seis policías, resultaron heridas durante el ataque, agregó.

El Estado Islámico se atribuyó el atentado en un reporte publicado por su brazo mediático Aamaq. Según la información, un suicida inició el ataque con un vehículo cargado de explosivos y luego se llevó a cabo una incursión contra «fundaciones británicas y suecas e institutos gubernamentales afganos».

Tanto los talibanes como la milicia radical tienen una presencia activa en la provincia.

Monica Zanarelli, jefa de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Afganistán, denunció que un ataque contra una ONG que ayuda a la infancia es «intolerable».

«Los civiles y cooperantes no deberían ser atacados», dijo en un comunicado. «El incremento de la violencia ha hecho que operar en Afganistán sea difícil para muchas organizaciones». 

El incidente se produjo luego de un letal sitio al Hotel Intercontinental de la capital, Kabul, durante el fin de semana, en el que murieron 22 personas, 14 de ellas extranjeras. Varios estadounidenses perdieron la vida o resultaron heridos en el ataque talibán al edificio, que duró 13 horas, explicó el Departamento de Estado de Estados Unidos el martes. Washington no ofreció cifras exactas de inmediato sobre sus fallecidos o heridos.

Once de los 14 extranjeros habían sido identificados antes como trabajadores de la aerolínea privada afgana KamAir. Durante una ceremonia celebrada el miércoles en el aeropuerto de Kabul, los cuerpos de siete ciudadanos ucranianos fueron entregados a las autoridades del país para su repatriación.

Por otra parte, en la provincia oriental de Ghazni, cuatro policías afganos fallecieron tras un ataque insurgente a su puesto de control, dijo Arif Noori, portavoz del gobierno local.

Seis extremistas fueron abatidos fatalmente y otros tres resultaron heridos en el combate, que ocurrió a primera hora del miércoles en el distrito de Dayak, apuntó Noori.