La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya investiga la información sobre el daño grave a civiles provocado por el bombardeo de una escuela coránica en Afganistán, que según los servicios de seguridad del país podría haber matado o herido a decenas de niños.

«Nuestro equipo de derechos humanos en el terreno está comprobando los hechos. Recordamos a todas las partes la obligación de proteger a los civiles del impacto de un conflicto armado», afirmó en un comunicado la misión de Naciones Unidas en Afganistá.

El ataque tuvo lugar el lunes a medio día, durante una ceremonia de entrega de diplomas en el reciente de esta escuela, cerca a una mezquita y en presencia de los alumnos y de sus familias.

La madrasa (escuela coránica) está situada en el distrito de Dashte Archi, controlado por los talibanes, en la provincia de Kunduz.

Según el jefe de la policía de Kunduz, el general Abdul Hamid Hamidi, murieron 72 personas, “todos enemigos”.