El embajador de China en Estados Unidos, Cui Tiankai, enfatizó que Pekín prefiere resolver la disputa comercial a través de negociaciones, sin embargo los voceros oficiales de Pekín tomaron una línea más beligerante.

Luego de que Estados Unidos designara 50.000 millones de dólares en aranceles sobre productos chinos, el contra ataque de Pekín tomó desprevenidos a los estadounidenses.

“Dentro de las 24 horas posteriores a la publicación de la lista de Estados Unidos, China desenvainó su espada y, con la misma fuerza y la misma escala, contra atacó de forma rápida, feroz y determinada” aseguró Tankai.

Muchas compañías industriales y de productos de consumo estadounidenses ven el mercado chino como una gran fuente de crecimiento futuro dado el continuo aumento en el número de personas.

La lista propuesta por Estados Unidos de 50.000 millones de dólares en aranceles sobre productos chinos busca obligar a que Pekín se vea forzado a compartir tecnología de sus empresas.

Cabe señalar que ante este ataque, China reaccionó en cuestión de horas con sus propia amenaza de aranceles a las importaciones estadounidenses, incluidos productos como la soja, los aviones, los automóviles, y los productos químicos.

La situación costará “caro” a Estados Unidos. “China no tendrá miedo ni retrocederá si una guerra comercial es inevitable. El país nunca se ha rendido a la presión externa, y tampoco se rendirá esta vez”, concluyó