Este miércoles, la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos confirmó que sí hubo una injerencia rusa en las elecciones de 2016 de aquel país, con el objetivo de beneficiar al magnate Donald Trump, lo cual se suma a lo planteado en su momento por los servicios de inteligencia.

El Comité Judicial del Senado hizo públicas más de mil 800 páginas de transcripciones de una entrevista con el hijo del magnate, Donald Trump Jr, y otras personas que asistieron a la reunión del 9 de junio de 2016, en la que esperaban recibir información perjudicial de la oponente de Trump, la candidata demócrata Hillary Clinton.

Durante una entrevista a puerta cerrada con el panel del Senado en septiembre pasado, Trump Jr dijo que no podía recordar si habló con su padre sobre el día en el que estaba programada la reunión.

Es evidente que sabe de ella ahora porque lo leyó, está en los periódicos, pero ese lo único que sé de lo que él sabe”, dijo Trump Jr al comité y añadió que en ese entonces no pensaba que sería un problema aceptar una reunión para recibir “información sobre el carácter y aptitud de un candidato presidencial”.

Además del hijo del magnate, el panel del Senado también entrevistó a otras cuatro personas que asistieron a la infame reunión: el publicista Rob Goldstone, quien organizó la reunión; Rinat Akhmetshin, un cabildero ruso-estadounidense; e Ive Kaveladze, asociado de negocios de una inmobiliaria con sede en Moscú e intérprete.

La reunión es un tema importante de los investigadores -entre ellos, el equipo del fiscal especial Robert Mueller-, que analizan la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, los posibles vínculos con la campaña de Trump y otras acusaciones.

El Comité de Inteligencia del Senado indicó ayer que está de acuerdo con la evaluación de la comunidad de inteligencia de 2017 en el sentido de que Rusia intervino en las elecciones presidenciales de 2016 para ayudar a Trump y perjudicar la candidatura de Clinton.

No hay duda de que Rusia emprendió un esfuerzo sin precedentes para interferir en nuestras elecciones de 2016”, dijo el presidente republicano del comité, el senador Richard Burr, en un comunicado conjunto con el líder demócrata.

Trump trató de minimizar la aseveración de los servicios de inteligencia sobre los esfuerzos de Moscú para ayudarle a ser presidente y ha negado cualquier coordinación con Rusia al afirmar que sufre una “cacería de brujas”.

La conclusión del Senado contradice a la del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, emitida el mes pasado, la cual criticó a la comunidad de inteligencia y su determinación de que los rusos favorecieron a Trump. Esta conclusión fue elogiada en su momento por Trump, quien siempre ha insistido que los rusos no lo favorecieron, y que esta versión confirmaba que no había evidencia de injerencia rusa a su favor.

El Senado aún no ha concluido su investigación y aún evalúa si hubo colaboración de algunos en la campaña de Trump con los rusos.

Ambas cámaras están bajo control de los republicanos y, por lo tanto, esto provoca problemas para las aspiraciones electorales del partido antes de los comicios legislativos de noviembre.