Científicos estadounidenses de la Universidad Estatal de Louisiana (LSU) han concluido que una rara especie de lagartos del género Prasinohaema que habita la isla de Nueva Guinea han desarrollado evolutivamente sangre verde gracias a un pigmento biliar tóxico que resulta mortal para los parásitos de la malaria, informa Quartz.

El estudio de su ADN reveló que esta curiosa característica de se ha desarrollado a partir de cuatro ancestros diferentes con sangre roja que se adaptaron independientemente a altas concentraciones de bilis, según una publicación en la revista Science Advances. En actualidad, no solo su sangre, sino su lengua, órganos internos e incluso sus huevos son verdes.

Sus ancestros presentaban altas concentraciones de biliverdina, componente toxico de la bilis en la sangre, y evolucionaron de tal forma que pueden sobrevivir a sus efectos. Con el paso del tiempo, los órganos de los lagartos se volvieron de color verde por la biliverdina, cuya concentración supera en 40 veces los niveles mortales para los humanos.

Los científicos creen que, probablemente, el componente verde de la bilis ayuda a los animales a combatir infecciones y las enfermedades como la malaria. Asimismo, la biliverdina es un antioxidante fuerte que podría prolongar la vida de los lagartos verdes.

El descubrimiento de los investigadores podría fomentar el desarrollo de tratamientos para algunas enfermedades específicas de hoy en día, como la propia malaria.