Durante la Cumbre del G7 –Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido– realizada en territorio canadiense la semana pasada, se hizo pública una fotografía que muestra a Donald Trump en franca discrepancia con sus homólogos de los otros países.

En la imagen se observa a Angela Merkel, canciller de Alemania, Mirando fijamente al mandatario norteamericano, que a su vez mantiene los brazos cruzados.

Especialistas en comunicación no verbal aseguran que los gestos de ambos mandatarios dejan muy en claro la situación: la dirigente alemana tiene la postura más activa, tratando de conquistar espacio en un esfuerzo por mostrar su fuerte personalidad.

Habíamos estado hablando de temas claves, habíamos llegado a un acuerdo, pero luego el presidente retiró su apoyo a través de un tuit; fue como una ducha fría e incluso deprimente”, declaró tras el encuentro.

No obstante, quien parece estar realizando el mayor esfuerzo por contenerse es el dirigente francés Macron, a la derecha de Merkel, pues el seño fruncido muestra concentración y su mano enfatiza las palabras.

En cuanto a Donald Trump, es el único sentado, señal de que no le interesa ponerse a la altura de los demás, y con los brazos cruzados intenta “aislarse”, pero no por mantenerse intimidado; su cuerpo erguido, barbilla levantada y piernas abiertas expresan fortaleza, concluyeron los expertos.