El canciller mexicano Luis Videgaray Caso y el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, lamentaron hoy la decisión de Estados Unidos de retirarse de las discusiones preparatorias del Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada.
En intervenciones por separado, durante un coloquio de alto nivel México-Santa Sede que tiene lugar en la sede de la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales del Vaticano, ambos funcionarios advirtieron que la autoexclusión de ese país no detendrá las negociaciones.
Lamentamos profundamente el hecho de que Estados Unidos haya abandonado la conversación que nos llevará al pacto, siendo nuestro vecino y con quien compartimos el fenómeno migratorio de manera más intensa, por eso México es quizás el país que más lamenta la autoexclusión”, sostuvo Videgaray.
“Sin embargo, esto no nos desmotiva ni nos desalienta a seguir avanzando hacia lo que debería ser un instrumento toral de las prácticas en materia migratoria y que debe volverse un referente obligado”, refirió, al introducir las discusiones en la sala central de la Casina Pío IV, ubicada en los Jardines Vaticanos.
El secretario de Relaciones Exteriores recordó que México es, junto con Suiza, “co-facilitador” de ese Pacto, propuesto en 2016 en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y que debería aprobarse en diciembre próximo en Marruecos.
Consideró que el acuerdo, pese a su naturaleza no vinculante, será una “oportunidad histórica” y un “instrumento fundamental” para orientar las políticas públicas de las naciones del mundo en los próximos años.
Destacó además que tanto México con la Santa Sede comparten un compromiso “de defensa del multilateralismo” y, por eso, respaldan con determinación la firma del pacto.
“Subrayo el papel de la Iglesia católica en México como un aliado fundamental de los migrantes, un aliado generoso y solidario del pueblo mexicano y de todos aquellos que llegan a nuestro país por una u otra razón”, dijo Videgaray.
“El gobierno de México, por mi conducto hace este reconocimiento profundo y afectuoso a la Iglesia católica mexicana”, añadió.
Por su parte, el “numero dos” del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, aseguró que México está “muy comprometido” con esta causa, en especial por la experiencia que tiene y precisó que su contribución será importante, también a la hora de involucrar “a todo el mundo en el acuerdo”.