Si un hombre es inteligente, romántico y sincero, seguro es ingeniero.

Anónimo

 

El Primer día de julio de este año 2018, es una fecha importante en México ya que además de llevarse a cabo la elección de diversas autoridades federales y estatales en nuestro país (como es el caso de Puebla), se celebra el Día del Ingeniero. La ingeniería es una carrera que brinda la oportunidad de servir a la sociedad al participar en la construcción de las diversas obras de infraestructura sin olvidar todas las demás labores en las que intervienen las diferentes disciplinas de la ingeniería.

El origen del nombre de esta vasta profesión pone de manifiesto su trascendencia. Proviene de la palabra latina “Ingenium” con el significado de: “disposición natural del espíritu genial”, es decir, de la “invención” del “ingenio”. Por lo que el ingeniero es alguien que dispone de la inteligencia inventiva. Por otra parte, se nos dice que ingeniero viene del inglés engineer, (engine=máquina), este nombre se daba a aquellos que operaban las primeras máquinas de vapor.

El término ingeniero era utilizado en la Europa del Renacimiento para denotar a la persona que se dedicaba a fabricar armas, construir fortificaciones e inventar artefactos de uso militar. Los que se dedicaban a la construcción de obras públicas eran llamados alarife, arquitecto, constructor, perito, jefe y maestro de obras. Desde de la segunda mitad del siglo XVIII algunas personas que realizaban obras ajenas a la milicia se empezaron a autodenominar “ingeniero civil”. Y, al igual que los ingenieros militares, aprendían -como en cualquier oficio-, empleando métodos empíricos y manuales.

La presencia de ingenieros en toda obra de gran magnitud es fundamental ya que sus conocimientos hacen posibles los más temerarios proyectos arquitectónicos, así como sólidas construcciones en terrenos geográficamente complejos e inaccesibles. Las áreas en que aplican los ingenieros sus habilidades van desde la ingeniería civil, sustentada en conocimientos de resistencia de materiales, geología, química y física para construir obras con la finalidad de resolver todo tipo de necesidades, hasta la ingeniería mecánica, eléctrica, textil, genética, informática, de sistemas, forestal, industrial, aeronáutica, naval, agrícola, sólo por mencionar algunas de sus ramas.

La primera escuela de ingeniería civil fue fundada en Francia en 1747 y se llamó Escuela de Puentes y Caminos. Pero no fue sino hasta mediados del siglo XIX que surgieron aquellas instituciones dedicadas a impartir una formación completa en física y matemáticas, que otorgaban el grado de ingeniero civil.

El día del ingeniero en México surgió por idea del ingeniero Eugenio Méndez Docurro, Secretario de Comunicaciones y Transportes, durante la celebración del día del abogado el 12 de julio de 1973. Con el fin de elegir la fecha más adecuada, se llevó a cabo una investigación exhaustiva y fue el Ing. Gustavo Otto Fritz, responsable del acervo histórico de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, quien sugirió el 1 de julio, en conmemoración de la fecha que en 1776 se expidió la Real Cédula para la Creación en México del Real Tribunal de la Minería, mismo que propició la fundación del centro de docencia e investigación llamado “Real Seminario de Minería”, de donde surgieron los primeros planes de estudio y textos de las primeras escuelas de ingeniería del continente americano. Por ello, desde 1974, el uno de julio se celebra el Día del Ingeniero en México.

A través de la creación de asociaciones e instituciones los ingenieros civiles lograron obtener un lugar respetable en la sociedad. En 1818 se estableció la Institution of Civil Engineers of Great Britain, en 1848 la Société des Ingénieurs Civils de France, y en 1852 la American Society of Civil Engineers.

En México el 24 de enero de 1868 se inauguró la Asociación de Ingenieros Civiles y Arquitectos de México. Pero es hasta 1946 cuando se funda el Colegio de Ingenieros Civiles de México, con la intención de defender los intereses del gremio, ser un órgano de consulta, ser interlocutor frente al Estado, así como dar cumplimiento a lo estipulado en la Ley de Profesiones.

Es por ello, amable lector, que este primer día de julio hacemos extensiva una felicitación al Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Puebla (CICEPAC), a sus socios y a todos aquellos que tienen esta bella profesión de ingeniero, les deseamos lo mejor.

 

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