Expertos concordaron en que vender el avión presidencial representaría un mal negocio para la administración de Andrés Manuel López Obrador, ya que su costo se devaluó; por lo que la mejor opción sería conservarlo durante 15 años.

La aeronave, un  Boeing 787-8 fue adquirido en 2012 en 218.7 millones de dólares –unos 2 mil 952.4 millones de pesos, con un tipo de cambio de 13.50 pesos por dólar–, señaló El Universal.

Como ha pasado nueve años fuera de la fábrica, su precio se deprecia entre cinco y ocho por ciento al año; es decir, que su precio rondaría los 120.2 millones de dólares actualmente, apuntó para el diario un vendedor de aviones privados.

Todo el equipamiento que se le realizó para su uso gubernamental se perdería, debido a que no tiene valor para una empresa comercial, por lo que se puede vender por 30 por ciento de su costo original o más –aproximadamente en 81.6 millones de dólares–.