Los cuatro jóvenes que representaron a México en la 50ª Olimpiada de Química (IChO, por sus siglas en inglés) en República Checa y Eslovaquia, regresaron la tarde del domingo con tres preseas de bronce.

Por medio de un comunicado, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) informó que los estudiantes compitieron en el certamen de ciencia contra jóvenes procedentes de al menos 70 países.

Durante el concurso, realizado del 19 al 29 de julio, el equipo mexicano conformado por estudiantes de nivel bachillerato, “vivió experiencias académicas y personales inolvidables, y tuvo un gran desempeño”, destacó Juan Carlos Hernández Chacón, profesor y mentor de la delegación durante este certamen.

La IChO2018 esta vez tuvo dos sedes, las ciudades de Bratislava y Praga, capitales de Eslovaquia y República Checa, respectivamente.

Nuestros jóvenes, por sus puntajes, estuvieron muy cerca de conseguir medallas de plata; ellos estuvieron en tierras eslovacas y los mentores de las delegaciones permanecimos en las checas”, dijo Hernández Chacón.

Otro de los guías que acompañaron a los estudiantes mexicanos fue Armando Marín Becerra, quien, tras su primera comisión a la IChO, comentó que “la presión a la que estuvieron sujetos los muchachos fue mucha, pero lo hicieron muy bien”.

Además, destacó que esta experiencia marca un parteaguas para los jóvenes, quienes ya se dieron cuenta que sus estudios los pueden llevar lejos.

Los medallistas

Alejandro Munguía Aldapa, 18 años y proveniente de Sonora, indicó que esta fue su primera olimpiada de Química internacional y “fue una experiencia increíble, lo mejor que me ha pasado en la vida, porque además de lo bonito que se siente estar en competencia, lo más importante fue las amistades que hicimos y de poder disfrutar de una gran diversidad cultural”.

Añadió que él y sus compañeros representaron a México con mucho orgullo y las medallas que obtuvieron “son resultado del trabajo en equipo, en el que participaron muchas personas e instituciones y yo espero que México logre posicionarse en mejores lugares cada año”, dijo el joven sonorense y agregó que conoció la Olimpiada Nacional de Química (ONQ) hace dos años y gracias a ella hoy sabe que estudiará ingeniería química y en un futuro se dedicará a la investigación.

Neyci Gutiérrez Valencia, de 18 años y oriunda de la Ciudad de México, señaló que desde que ingresó a la preparatoria concursó en ONQ, pero fue hasta este año que logró ser parte del equipo que representó a México a nivel internacional. Para ella lo más difícil fue el examen práctico, “y gracias al buen puntaje que obtuve en los ejercicios de fisicoquímica, donde tengo más destreza, me logré colar al medallero”.

Por su parte, Alejandro Valderrama Celestino, de 17 años y originario de Michoacán, dijo que asistió a la Olimpiada Internacional que se llevó a cabo en Tailandia y la Iberoamericana que se realizó en Perú, ambas en 2017, pero que este año tuvo la mejor experiencia, “porque esta vez sí traje medalla”. Este michoacano estudiará la carrera de químico farmacobiólogo y también pretende convertirse en investigador científico.

Alexa Estefanía García Rendón, sonorense de 18 años, manifestó que los exámenes fueron muy extensos, tanto los teóricos como los prácticos y aunque no consiguió presea en el certamen internacional, reconoció que “me deja mucho aprendizaje tanto de vida como en el área de la química”. Consideró que, a las olimpiadas de ciencia “como las que organiza la Academia Mexicana de Ciencias, no hay que verlas solo como una competencia, sino todo lo que hay alrededor de ellas”.

Desde que fue creada en 1968, la Olimpiada de Química Internacional tiene como principal objetivo estimular el interés de los estudiantes en la química mediante la resolución independiente y creativa de problemas químicos, así como promover la amistad y la cooperación entre los jóvenes científicos de diferentes nacionalidades, además del intercambio de experiencias pedagógicas y científicas en lo que se refiere a la química.