Los taxistas españoles volvían a aceptar clientes el jueves tras seis días de huelga contra las empresas de alquiler de autos con conductor como Uber y Cabify. La protesta paralizó varias ciudades en todo el país.

Los conductores acordaron levantar la huelga el miércoles en la noche luego de que el Ministerio de Fomento se ofreció a transferir las competencias para reducir el número de licencias concedidas a las empresas privadas a los gobiernos regionales.

Los taxistas exigían mantener la proporción de 30 licencias de taxi por cada una concedida a los servicios privados que funcionan a través de aplicaciones celulares. Esta proporción se había desequilibrado en los últimos años ante el auge de servicios como Uber y Cabify en las principales ciudades del país.

Los tradicionales taxis blancos de Madrid y los negros y amarillos de Barcelona bloquearon durante días dos de las principales arterias de las ciudades, el Paseo de la Castellana y la Gran Vía, respectivamente. La huelga se notó especialmente en aeropuertos, estaciones de tren y hospitales.