Corea del Norte no es la primera vez que simula ya lo hizo desde 1994 hasta 2002 logró con la Unión Americana un marco acordado para frenar su acopio de plutonio enriquecido y detener toda investigación nuclear a cambio de asistencia económica.

Durante ese período, en apariencia, parecía que la República Popular Democrática estaba cumpliendo con lo pactado, no obstante, en 2002 un informe de la CIA y de inteligencia del Pentágono reveló el engaño: una falsa cortina de humo, porque Corea del Norte no sólo no había parado, sino que ya había desarrollado también su capacidad para enriquecer uranio.

En consecuencia, el presidente George W. Bush anunció la evidencia, la presentó ante la ONU, rompió todos las pláticas y las ayudas económicas… les habían jugado el dedo.

El asunto ya es muy delicado. Según un análisis del Council on Foreign Relations, citando a la inteligencia norteamericana, “Corea del Norte ya tiene tanto plutonio acumulado que puede producir al menos 6 bombas nucleares más e incluso llegar a fabricar sesenta”.

Ostenta el poder de fabricación de bombas de hidrógeno, así como termonucleares y también tiene armas químicas, biológicas y es un potencial desestabilizador con sus ciberataques.

Más allá de las tradicionales guerras convencionales, Pyongyang es un rival al que temer en una guerra híbrida; de hecho, se le señala como culpable de meticulosos ciberataques, el último provocó un colapso en varios países con  el virus Wannacry, en mayo de 2017, afectando a  200 mil ordenadores en más de 100 países.

De acuerdo con un documento confidencial entregado a la Cámara de Comunes, en el Parlamento del Reino Unido, titulado “Rash or Rational? North Korea and the threat it poses” se sabe que “el programa nuclear norcoreano desde la etapa de 2006 a la fecha está mucho más desarrollado de lo que se cree”.

“Las últimas pruebas nucleares de septiembre de 2017 revelaron un rendimiento por debajo de los cien kilotones en comparación con las de Reino Unido con cabezas nucleares con un rendimiento superior a los cien kilotones. No obstante, no hay que menospreciar sus avances, en muy corto tiempo más, podrían miniaturizar una bomba nuclear para hacer más efectivo su sistema intercontinental”, afirmó el documento elaborado por el Comité de Defensa.

Del mismo modo hay una profunda entendible preocupación: el peculiar régimen lleva desde 1962 realizando investigaciones nucleares; a inicios de 1990, ya estaba en capacidad de enriquecer plutonio y crear armamento; en 2002, ya tenía uranio enriquecido; en 2006, inició las pruebas nucleares de misiles balísticos y para septiembre de 2017, ya tenía misiles intercontinentales. Sabe cómo investigar, cómo enriquecer, cómo producir, cómo fabricar y ahora los pone en órbita, los lanza de todos tamaños sean cortos, medianos o de largo alcance… tiene el know how y puede transferir esa tecnología maligna.

A COLACIÓN

Hace unos días hablé con Kelsey Davenport, directora de Nonproliferation Policy, de Arms Control Association, en su opinión por el momento no tiene sentido que se relajen las sanciones a fin de darle margen a que continué con las actividades nucleares ilícitas; para ella todavía hay un resquicio para la paz porque si bien las negociaciones no tienen –hasta ahora algo en concreto- “la diplomacia contribuirá a reducir las tensiones y abrirá vías de comunicación entre Washington y Pyongyang”.

¿Es verídico y confiable dicho informe confidencial entregado al Consejo de Seguridad? “No es de sorprender que un panel de expertos en Corea del Norte concluya que Pyongyang sigue insistiendo en su programa nuclear y de misiles balísticos después del encuentro de Singapur. Corea del Norte no tiene un compromiso ni ha hecho acciones para detener su producción de armas nucleares y de misiles; en enero pasado, Jong-un dijo que la producción masiva de armas nucleares era su prioridad en 2018”.

Le pregunté a Davenport, a dos meses de la cita de Singapur, ¿por qué puede fallar? “Es demasiado pronto para escribir que la cita de Singapur será un fracaso, ni tampoco debería ser anunciada como un éxito. El encuentro reinició las pláticas entre Washington y Pyongyang que pueden llevar a etapas en las que Corea del Norte reduzca su nivel de amenaza con su programa nuclear.  Pero para conseguirlo, la administración de Trump debe comprometerse a desarrollar una diplomacia inteligente y efectiva.

Pyongyang tiene una producción nuclear, ¿significa que puede exportar su tecnología nuclear? “A pesar del compromiso voluntario de Pyongyang de abril pasado de no proliferar las armas nucleares, hay una preocupación seria porque sigue la ilícita transferencia de materiales nucleares y tecnología en violación de las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.

“Corea del Norte asiste a Siria está construyendo un reactor encubierto que fue bombardeado por Israel en 2007 antes de que estuviera completado y Pyongyang ha proveído a otros estados con misiles y cierta tecnología”.

La investigación entregada al Consejo de Seguridad de la ONU confirma dicha transferencia de tecnología a Siria e incluso a los hutíes de Yemen… es decir, podría si quiere, ¿vendérsela a un grupo terrorista? “Corea del Norte tiene un récord de ventas ilícitas de armas convencionales, así como de tecnología de uso dual, Pyongyang no va a parar esas actividades lucrativas en una primera etapa en las pláticas con EU.

Para la directiva de Nonproliferation Policy, de Arms Control Association, existe más riesgo real de que Corea del Norte venda sus armas químicas o materiales relacionados con armas químicas, al ISIS o bien a otro grupo terrorista.

 

 

Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales

@claudialunapale