Según este estudio al dormir de lado, ya sea izquierdo o derecho se eliminan residuos del sistema nervioso central, lo que disminuye la posibilidad de padecer Alzheimer o el Parkinson.

Al depurar el sistema nervioso central, tu volumen y presión sanguínea se mantienen constantes, por lo que la sangre circula mejor.

Dormir del lado izquierdo permite que tu corazón bombee sangre más fácilmente hacia el resto del sistema sanguíneo porque, de esta manera, no se obstruye una de las arterias principales.

Esta postura también permite que la sangre vuelva más fácil del resto del cuerpo al corazón, ya que una vena encargada de este proceso permanece libre.

Dormir del lado izquierdo facilita tu digestión ya que el estómago y los intestinos están ligeramente inclinados hacia la izquierda, esta postura permite que los alimentos pasen a través de estos órganos con más facilidad.