Tras el sismo de magnitud 7,5 registrado el viernes, el agua golpeó edificios y arrastró casas en la ciudad costera de Palu, de 350.000 habitantes.

El trabajo de rescatistas continua, hasta el momento han localizado los cuerpos sin vida de al menos 384 personas y son atendidas en diversos hospitales más de 450 personas.

Los sitios con más daños fueron la isla Sulawesi, la comunidad pesquera de Dongala, Palu donde aun se encuentran interrumpidos los servicios eléctricos y las comunicaciones

«No solo se trata de la gente en las grandes áreas urbanas. También hay muchas personas que viven en comunidades remotas difíciles de alcanzar», dijo a CNN Jan Gelfand, director de la Cruz Roja Internacional en Indonesia.

Dado que el aeropuerto de Palu se encuentra cerrado, la labor de los socorristas se ha retrasado al menos 10 horas por las condiciones de los accesos a las zonas afectadas

 

El temor a una replica sigue latente y autoridades recomiendan a los habitantes evitar dormir en las casas o edificios dado que por los daños registrados podrían colapsar incluso por sismos menores a los recientes.