Salvador Rangel, obispo de Chilpancingo-Chilapa, consideró que los campesinos de Guerrero se dedican a actividades como robo, asalto y secuestro pues no tienen qué comer y el precio de la amapola se desplomó.

Tras el aumento del ingreso del fentanilo en la región, “el precio de la goma de opio bajó mucho, hace unos tres años un kilogramo costaba 35 mil o 40 mil pesos, y ahora cuesta cuatro mil» declaró el religioso en entrevista con Ciro Gómez Leyva.

Rangel Mendoza refirió que sigue manteniendo conversaciones con grupos delincuenciales de la zona y que debido a esas negociaciones, se abrió una ruta a la sierra de Guerrero y ya están operando líneas de transporte.