Las autoridades interceptaron este viernes otros dos paquetes dirigidos contra personas críticas del magnate Donald Trump: uno en Florida dirigido al senador demócrata Corey Booker, y uno en Nueva York dirigido al exjefe de inteligencia James Clapper.

Por su parte, Trump afirmó este viernes que está siendo culpado por los correos bomba dirigidos a algunos de sus críticos más destacados.

Es curioso ver como la mal calificada CNN, y otros, pueden criticarme a voluntad, incluso culparme por la actual oleada de Bombas y comparan de forma ridícula esto con el 11 de Septiembre y el bombardeo en Oklahoma, pero cuando yo los critico se vuelven locos y gritan ‘¡Eso no es presidencial!’”, lloriqueó Trump esta madrugada en Twitter.

Críticos de Trump como el expresidente Barack Obama, su rival demócrata a la Casa Blanca en 2016, Hillary Clinton, o el exdirector de la CIA John Brennan, en la CNN, recibieron paquetes sospechosos que no llegaron a explotar.

En otro mensaje publicado en Twitter en la víspera, Trump dijo que gran parte de la ira en la sociedad está provocada por la “prensa tradicional”.

Brennan respondió al dirigente diciéndole que deje de culpar a los demás y se “mire usted en el espejo” y le aconsejó que “trate de actuar como presidente”.

Los investigadores buscaron el jueves por todo Estados Unidos al culpable y los móviles del extraño plan de enviar bombas por correo a críticos del presidente, analizando el interior de los artefactos para revelar si realmente se quería que estallaran o simplemente pretendían sembrar miedo dos semanas antes de las elecciones.

Otros tres dispositivos fueron vinculados a la conspiración -dos dirigidos al exvicepresidente Joe Biden y otro al actor Robert De Niro-. En total suman 10 en una amenaza de tintes políticos prácticamente sin precedentes. Las autoridades advirtieron que podría haber más.