La Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), señaló que el Cártel de Sinaloa mantiene su expansión internacional respecto a sus rivales, aún con Joaquín El Chapo Guzmán en la cárcel.

Pese a las disputas internas, derivadas de la detención y posterior extradición a Estados Unidos de El Chapo, en enero de 2017, la DEA reveló que el grupo criminal sigue exportando al vecino país del norte cantidades “al por mayor” de metanfetamina, marihuana, cocaína, heroína y fentanilo, por varios cruces a lo largo de la frontera de México con California, Arizona, Nuevo México y el oeste de Texas.

La agencia estadounidense recordó que el grupo criminal es encabezado en la actualidad por los hijos de El Chapo, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán, en alianza con Ismael El Mayo Zambada, y controla el tráfico de drogas en varias regiones de México, sobre todo a lo largo de la costa del Pacífico.

La DEA señaló que los cárteles mexicanos siguen siendo “la principal amenaza narcotraficante criminal” para Estados Unidos.

En su informe Evaluación sobre las Amenazas del Narcotráfico, publicado ayer, la DEA

destaca que si bien los asesinatos relacionados con narcotráfico tienen “proporciones epidémicas” en México, el volumen de violencia en Estados Unidos se reduce a niveles casi ínfimos para “evitar la detección y escrutinio” de las fuerzas de seguridad de la Unión Americana.

Son poco frecuentes y, normalmente, referentes a incidentes entre narcotraficantes (de carácter individual)”, afirma.

En el informe se muestran pocos cambios respecto a años anteriores, pues se mantienen las seis organizaciones criminales que dominan el territorio y se han adueñado de de los corredores de tráfico de droga en la frontera sur de Estados Unidos.

Detrás del Cártel de Sinaloa, la dependencia ubica al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por el michoacano Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, al que considera la organización con más rápido crecimiento en México y Estados Unidos.

En tercer lugar se encuentra el Cártel de Juárez, liderado en su momento por Amado Carrillo, que “recientemente amplió el tráfico y distribución de cocaína y metanfetamina”.

En tanto, el Cártel del Golfo, mantiene su operación en Tamaulipas e incursionó recientemente en el tráfico de heroína y metanfetamina.

Por último, Los Zetas son catalogados por la DEA como un cártel “disminuido significativamente en los últimos años”.