Por Iván Santiago Marcelo. Enviado
(Notimex).- Hay un grupo de migrantes de Centroamérica que están muy cansados del largo viaje que han hecho desde el pasado 12 de octubre, por lo que han decidido hacer la parada en Córdoba, Veracruz, luego de que esta mañana salieron de Ciudad Isla.
En la Arena Córdoba, ubicada en esta ciudad, el gobierno municipal instaló un albergue, donde desde la tarde de ayer empezaron a llegar los migrantes provenientes de Sayula de Alemán y Ciudad Isla. Aquí descansaron durante la noche y hoy a partir de las 5:00 horas reiniciaron su viaje rumbo a Puebla y a la capital mexicana.
Este día siguen llegando de esas ciudades veracruzanas y aquí pasaran la noche, para que mañana continúen la misma travesía que los que ya se adelantaron. Las autoridades estimaron que al menos cuatro mil centroamericanos pasarán por esta ciudad.
El albergue se cerrará mañana, una vez que partan todos hacia Puebla y la Ciudad de México, pero hoy hay comida de sobra en ese refugio temporal. Tanto el gobierno local como las familias veracruzanas llevan comida, bebidas ropa, medicamentos y juguetes para los niños.
Entre los habitantes causa asombro, incluso miedo, la entrada de los migrantes por el centro de Córdoba, un lugar donde reina la calma y sólo se escucha el sonido de la marimba que deleita a algunos comensales de los restaurantes de la zona centro.
Se espera el arribo de este contingente a lo largo de la tarde y la noche, pues muchos no encontraron «aventones» o no quisieron exponer a sus familias y optaron por caminar desde Ciudad Isla hasta Córdoba, más de 150 kilómetros.
La Arena Córdoba alberga a más niños y mujeres. Los hombres y también mujeres que viajan solas son los que ya se adelantaron y que en este momento están en las ciudades de Puebla y México.
La caravana del éxodo migrante salió el 12 de octubre de San Pedro Sula, a Honduras, y de ahí atravesó Guatemala hasta que logró ingresar a México para después seguir por Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, la Ciudad de México y de ahí buscarán llegar a la frontera norte.
Son entre cinco y siete mil las personas de Honduras, Guatemala y El Salvador, las que integran este contingente, en el que la tercera parte son menores de edad, algunos recién nacidos y otros niños que requieren buena alimentación y atención médica.