Venezuela podría dejar de exportar petróleo en 2019 si no se solventa la crisis que atraviesa su principal industria, Pdvsa, cuya producción ha disminuido a mínimos históricos en los últimos cinco años, revelaron expertos.

La advertencia es del grupo de análisis económico Ecoanalítica, hecha en un foro sobre las perspectivas del país para el próximo año.

La cantidad de barriles diarios de crudo que extrae la estatal pasó de 2.6 millones en 2012 a 1.2 millones en septiembre de 2018.

En este sentido, la producción de crudo de Venezuela se encontraba en «caída libre» y pronto podría caer por debajo de un millón de bpd, advirtió el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol.

Sin embargo, hoy son mayores las exportaciones que se destinan al pago de compromisos externos, que los que generan flujo de caja a la petrolera. La mayoría de las exportaciones petroleras de Venezuela se destinan al pago de deudas con Rusia y China.

Con menos divisas disponibles, las posibilidades de estabilizar la producción son inferiores, explicó el economista Asdrúbal Oliveros. Y todo se vuelve más complicado cuando el Estado venezolano registra retrasos en el pago de unos siete mil millones de dólares a sus acreedores.

“Venezuela pudiera dejar de ser exportador de petróleo para 2019, el Gobierno tendría que dejar de pagar deudas a sus aliados comerciales y se espera un aumento importante de venezolanos dependientes de las remesas“, sentenció Oliveros.

Se crea así un escenario en el que los activos internacionales del país quedan en riesgo de perderse por impagos.

La consecuencia es clara: “la producción de petróleo por habitante se ubica hoy en niveles de 1927, cuando el crudo se transportaba en carretas”, resaltó Alejandro Grisanti, socio y director de Ecoanalítica.

La destrucción del aparato productivo del país y el drástico descenso de las importaciones son, a juicio de Pedro Palma, el principal detonante de la escasez de bienes y servicios en Venezuela. “Hoy se produce menos de la mitad de lo que se producía en 2013”, señaló.

En los últimos cinco años, que coinciden con la llegada de Nicolás Maduro a la Presidencia, el producto interno bruto (PIB) venezolano cayó 54 por ciento, según Ecoanalítica.

Eso, sumado a la emisión de dinero inorgánico por parte del Banco Central de Venezuela (BCV), condujeron al país al peor proceso hiperinflacionario en la historia del continente. Más dinero busca menos cantidad de productos.

De seis casos de hiperinflación ocurridos en el continente, Venezuela encabeza la lista con una inflación interanual (noviembre de 2017 a octubre de 2018) de 980 mil por ciento. Es peor, incluso, que la vivida durante cinco años por Nicaragua.

Venezuela, el peor caso de hiperinflación en el continente, según Ecoanalítica

Con escasez de divisas, una producción disminuida y una hiperinflación galopante, los servicios públicos y el poder adquisitivo del venezolano continuará deteriorándose. “Todo ello lleva a una pérdida de la calidad de vida de los venezolanos”, aseguró Palma.

Ecoanalítica estima que 2.2 millones de venezolanos cambian divisas en el exterior para ayudar a sus familiares en Venezuela. Por persona, en promedio se transan 90 dólares mensuales.

Es una duplicación de la cantidad enviada el año anterior. En total, si en 2017 las remesas representaron mil 200 millones de dólares, para 2018 se proyecta alcancen la cifra de los dos mil 500 millones.