Una semilla de algodón que la sonda china Chang’e 4 llevó a la luna es la primera en brotar en el satélite natural de la Tierra.

Tras aterrizar en la cara oculta de la luna el pasado 3 de enero, la sonda se convirtió en pionera no solo en el alunizaje, sino en llevar un mini experimento de biosfera a bordo.

“Esta es la primera vez que los humanos realizan experimentos de crecimiento biológico en la superficie lunar”, dijo Xie Gengxin, quien dirigió el diseño del experimento, en un comunicado.

De acuerdo con el diario español La Vanguardia, la sonda lleva a bordo semillas de algodón, colza, papas y arabidopsis, una planta que ha sido usada como modelos para investigación. Tanto así que fue la primera planta que llevaron a germinar al espacio. La NASA planeaba hacerlo en 2015 pero no le fue posible y ahora China se adelantó. La sonda también lleva huevos de mosca de fruta y levadura.

El objetivo de la mini biosfera es recrear un ecosistema para estudiar el desarrollo de los organismos en las condiciones de la superficie lunar que no se parecen en nada a los de la Tierra: alta radiación, gravedad mucho menor y temperaturas que tienden a bajar súbitamente.

Aunque no es la primera vez que una semilla germina en la superficie lunar, no es la primera vez que un experimento como este se lleva a cabo.

En 2013 la Estación Espacial Internacional llevó a cabo el experimento Seedling Growth, que pretendía estudiar las condiciones que habría que simular para que las plantas crecieran, produjeran oxígeno, capturaran carbono, y sirvieran de alimento para una posible colonia humana.

¿Cómo florecería una planta sin luz permanente, o gravedad que guíe su crecimiento?

Lo que descubrieron fue que, gracias a la falta de gravedad, las plantas podían expresar otros comportamientos que en la Tierra no se dan.

Según le dijo el doctor John Z. Kiss, profesor de biología de la Universidad de Mississippi y líder investigador del proyecto en el equipo de la NASA, a la BBC en su momento, “Esta respuesta en las plantas de semilla puede ser parte de su historia evolutiva, ya que algunas plantas no vasculares, como los musgos y los helechos, sí responden a La Luz roja en la Tierra. Pero con las plantas de semilla, que florecen, hay que retirar la gravedad, algo que conseguimos en el espacio, para poder observar este tipo de respuesta a La Luz roja”.

El camino abierto por los experimentos de Seedling Growth abrieron el paso para el crecimiento de la primera semilla de algodón en la luna. Por ejemplo, la recolección de alimentos en el espacio, idealmente utilizando agua extraída localmente, significaría que los astronautas podrían sobrevivir por mucho más tiempo sin regresar a la Tierra en busca de suministros.