Los ciudadanos británicos que viajen a zonas extranjeras designadas como terroristas podrían enfrentar hasta 10 años de prisión, debido a las nuevas y controvertidas leyes antiterroristas que entraron en vigor en el Reino Unido.

La Ley contra el Terrorismo y la Seguridad Fronteriza 2019, vigente a partir de este viernes, se dio a conocer el año pasado como parte de los esfuerzos para impulsar la capacidad de las autoridades para hacer frente a la amenaza de los llamados ‘combatientes extranjeros’.

De acuerdo con reportes de la prensa británica, dicha ley le otorga a los guardias fronterizos el poder de detener y registrar a individuos sospechosos de actividad “hostil” , además de criminalizar la visualización en internet de material vinculado al terrorismo, excepto cuando se trate de una investigación periodística.