Greta Thunberg, activista de 16 años joven sueca quien desde hace un año lidera un movimiento juvenil en Europa faltando al colegio un día a la semana para protestar contra el gobierno -o los gobiernos- por su accionar contra el calentamiento global, visitó el Vaticano y se encontró este miércoles con el Papa Francisco, para solicitarle se una a su protesta.

Al finalizar la tradicional audiencia que el Papa preside cada semana en la plaza de San Pedro y a la que acuden miles de personas, se dirigió hacia Thunberg, que esperaba la llegada del Papa con un cartel que decía Join the climate strike” (únete a la huelga por el clima).

El encuentro fue breve, se dieron la mano, compartieron una conversación y cruzaron una mirada cómplice.

El día antes de su viaje a Roma, a la pregunta de varios medios sobre qué le diría al Papa, Greta respondió: “Algo sobre el clima”.

No hubo una reunión privada, pero lo simbólico de este encuentro es el mejor resultado ya que se entiende como una suma de fuerzas para enviar un mensaje de aliento a los que creen en la defensa del medioambiente.

Greta llegó por la mañana a Roma desde Estrasburgo -donde ofreció un discurso en el Parlamento Europeo- para llevar su protesta también a las instituciones de este país y sensibilizar a la opinión pública italiana y sobre todo a la política sobre la urgencia de colocar el cambio climático en la agenda.

Familiares de la activista sueca habían pedido hace tiempo una audiencia con el Papa y Francisco los había invitado a ir al Vaticano en junio. Después de agendar esta cita los padres de la adolescente pidieron adelantar la cita con el Pontífice, ya que Greta no usa el avión, para evitar contaminar más, y un viaje en tren de 2.500 kilómetros Estocolmo-Roma, atravesando Europa, no fue algo sencillo, así que la intención era aprovechar el viaje ya fijado a Italia para ver al Papa. Francisco accedió y anticipó el encuentro.

Greta, ha impulsado una huelga global para pedir acciones concretas a los líderes mundiales, ve en el papa un excelente interlocutor y al mismo tiempo un potente aliado para su causa. Con sus Viernes por el futuro (Fridays for the Future) ha conseguido llevar a las plazas a millones de estudiantes de todo el mundo para clamar por la defensa del planeta.

La joven sueca se quedará dos días más en Roma. Tras su visita del jueves al Senado, donde será recibida por la presidenta de la cámara alta Elisabetta Castelucci, el viernes liderará la protesta del movimiento juvenil en la capital italiana.