La Merced conserva su riqueza cultural que inició desde antes de la Conquista, sobre todo en la gastronomía, aseguró el cronista Jesús Petlacalco.
Durante la conferencia “Semana Santa en la cháchara y el paladar en el Barrio de La Merced” en la Capilla del ex Convento de Regina, en el Centro Histórico, el especialista mencionó que ya desde la época prehispánica la Merced era un centro comercial, llamado Teopan, que quiere decir el lugar donde está Dios o está lo divino.

“En ese lugar se descargaban todas esas mercancías que venían de lejos, era un mercado, y ha sobrevivido a todo tipo de decisiones de gobierno, porque la Central de Abasto fue un intento de desarticularla, pero es tan grande que no lo lograron”, aseguró.

Ante un público que llenó la Capilla, el cronista mexicano explicó que el mercado de La Merced ha sido y seguirá siendo el centro de abasto de verdura, fruta, flores y otros comestibles.

Reiteró que La Merced es un barrio de origen, al que no sólo llegaron los primeros mexicas, sino también los españoles, franceses, africanos, armenios y judíos.

También «La Merced es rica por contar con algunas catedrales que se distinguen por sus grandes portones de madera o que tienen esculpidas algunas imágenes religiosas impresionantes o de santos, que las hacen únicas en el barrio”, afirmó.

Petlacalco destacó que en La Merced hay mucho vestigio vivo de esa historia de todos “los que hemos formado parte de esta gran ciudad”.

También se le conoce por sus mujeres alegres, pero esto, dijo, proviene desde la época prehispánica en que se les llamaba alegradoras. “La prostitución tiene su origen aquí desde antes de la Conquista, llegaron los forajidos precisamente a los mesones y buscaban este tipo de servicio”, apuntó.