Si bien es el torneo más importante del mundo, el no ganar la Champions no se tiene que considerar un rotundo fracaso, mucho tiene que ver cómo llegan los jugadores a final de temporada, cómo han tratado las lesiones al equipo y algo que se dice poco, pero que tiene mucha importancia, la suerte en eliminatorias a ida y vuelta siempre cuenta, a veces mucho y a veces poco, pero siempre está presente.

Esta temporada la Champions la volverá a ganar un equipo que no salió campeón en su país, las ligas locales son el premio a la regularidad de todo el año, pero al igual que el Real Madrid el año pasado, en este torneo tanto Liverpool como Tottenham no ganaron la Premier, y no sólo eso, el Tottenham quedó a 27 puntos del campeón, el Manchester City.

No voy a desvirtuar la Champions, pero no desvirtuemos las ligas locales, sin ellas no habría Champions, no hablemos mal de la Juve, del Bayern, del Barcelona, del City, ellos ganaron un título que muchos en su país querían levantar y que simplemente no pudieron. Hoy se habla de fracasos de todos ellos, ni siquiera le aplaudimos se temporada, es más, los criticamos y de los verdaderos perdedores ni hablamos. Mucho se habla del futbol moderno, del futbol global, pero tanto fanatismo por la Champions está matando la esencia y las raíces de este deporte, repito, no estoy desvirtuando la Champions, pero no desvirtuemos las ligas locales.