A un año de la elección histórica en la que Andrés Manuel López Obrador fue electo presidente de México, y a siete meses de iniciada su gestión, el país se transformó. Hoy enfrenta desafíos como: la corrupción, la migración y la seguridad.

“Este es un día histórico, una noche memorable, una mayoría importante de ciudadanos ha decidido iniciar la cuarta transformación de la vida pública de México. Agradezco a todos los que votaron por nosotros y nos dieron su confianza para encabezar este proceso de cambio verdadero”, expresaba Andrés Manuel López Obrador en la noche del 1 de julio del 2018, luego de la contienda electoral.

En esa ocasión, se comprometía con los mexicanos: “Voy a gobernar con rectitud y justicia, no les fallaré, no voy a decepcionarles, no voy a traicionar al pueblo”.

Uno de los ejercicios emprendidos por Andrés Manuel López Obrador al inicio de su gestión fue la consulta ciudadana, con la cual se frenó la construcción del nuevo aeropuerto internacional en Texcoco y se aprobó la del de Santa Lucía.

“No me voy a quedar callado nunca; tengo la libertad de manifestarme, de expresarme. No me van a silenciar; siempre digo lo que pienso. Ayer la consulta sobre el aeropuerto fue exitosa, participó mucha gente. Agradezco a quienes están participando en este proceso democrático”.

“La decisión es obedecer el mandato de los ciudadanos, de modo que se van a construir dos pistas en el Aeropuerto Militar de Santa Lucía, se va a mejorar el actual Aeropuerto de la Ciudad de México y se va a reactivar el Aeropuerto de Toluca”, dijo en aquel momento el entonces presidente electo.

Otra de las acciones implementadas, pese a la resistencia y el sabotaje, fue la estrategia contra el robo de combustible.

“Desde luego que sí se tenía conocimiento del robo de hidrocarburos y hay pruebas de que se sabía desde el gobierno del presidente Fox, y sí vamos a castigar a responsables, porque ahora hay un despliegue de elementos del ejército y de la marina en todas las instalaciones de Pemex”.

El titular del Ejecutivo destacó que “este plan ha resultado eficaz, porque logramos en muy poco tiempo abatir el robo de combustibles; pensaban que no era posible, además hubo resistencia. Repito, nos ayudó mucho la gente, eso fue fundamental y tenemos ahorros y consideramos que va a haber más ahorros”.

López Obrador abrió un frente más: atajar la corrupción: “Vamos a ser inflexibles, estrictos en lo que a nosotros nos corresponde, cero corrupción, cero impunidad a partir de nuestro gobierno”.

Ejemplo de ello es el caso de Emilio Lozoya. “Acerca de las órdenes de aprehensión que se han girado de la Fiscalía General se trata de asuntos que estaban en curso; dijimos que no íbamos a detener ningún proceso, que si bien es cierto buscábamos punto final y ver hacia adelante; tampoco podíamos cancelar procesos ya iniciados. La instrucción es no tapar nada, no actuar dando protección o impunidad a nadie”.

La migración también se ha colocado en la agenda nacional. El mandatario ha sostenido que “siempre vamos a tratar con respeto y vamos a dar protección a los migrantes”, pese a la tensión generada con Estados Unidos.

“Vamos a esperar qué sucede. Hay quienes quisieran que nos confrontáramos, nosotros vamos a cuidar la relación con el gobierno de Estados Unidos, vamos a cuidar la relación con el presidente Trump, pero sobre todo vamos a cuidar la relación con el gobierno del pueblo de Estados Unidos”.

El recuento incluye, además, la puesta en marcha de la Guardia Nacional, un trabajo coordinado por la seguridad del país.

“No olviden que del trabajo de ustedes va a depender mucho el que llevemos a cabo entre todos los mexicanos: la cuarta transformación de la vida pública de México, creo en ustedes, tengo confianza en ustedes y sé que ustedes no van a defraudar al pueblo de México”, dijo el presidente a la primera generación de este grupo que se encargará de la seguridad pública.

Aquella noche del 1 de julio de 2018, el ahora mandatario afirmó: “Mantengo ideales y principios que es lo que estimo más importante en mi vida, pero también confieso que tengo una ambición legítima: quiero pasar a la historia como un buen presidente de México”.