Cuatro presos presuntamente involucrados en un motín carcelario en Brasil han muerto de asfixia al ser trasladados a otro reclusorio, informaron hoy las autoridades, que seguían tratando de identificar a los 58 presos que murieron en el hecho.

Motín en cárcel brasileña deja 57 muertos entre ellos 16 decapitados

La oficina de seguridad pública del estado de Pará informó que los cuatro fueron descubiertos ya fallecidos cuando el vehículo llegó a la cárcel del pueblo de Marabá. El vehículo, añadieron, tenía cuatro compartimientos y llevaba 30 presos esposados, sospechosos de participar en los hechos violentos del lunes en la prisión de Altamira.

Las autoridades dijeron que los cuatro muertos pertenecían a la misma pandilla. Estaban entre 46 que estaban siendo reubicados a otros centros penitenciarios, incluso a unos más estrictos bajo administración federal. Las autoridades locales confirmaron el martes que 33 de los presos fueron trasladados a la capital estatal, Belem, desde donde serían llevados a otras instalaciones.

Para el martes las autoridades habían entregado sólo 15 de los cadáveres. Los expertos forenses dijeron que la tarea se hace lenta debido al tamaño reducido de las instalaciones y a la falta de luz, que los obligaba a dejar de trabajar a las 18:30 horas.

Ante el peligro de tener los restos humanos en el calor amazónico, los cadáveres fueron llevados a un enorme camión refrigerante.

Decenas de familiares frustrados pasaron el día esperando frente a la morgue, donde algunos de ellos se desmayaron al ver los cadáveres decapitados de sus seres queridos. Dieciséis de los presos fueron decapitados durante el motín.

Las autoridades estatales dijeron que los enfrentamientos del lunes estallaron cuando el grupo local Comando Classe A atacó un ala de la prisión que aloja a miembros de la pandilla rival Comando Vermelho, o Comando Rojo.