Sobre las bebidas azucaradas y refrescos se ha dicho que traen consecuencias nocivas para la salud, y un nuevo estudio en Atlanta lo confirma.
En éste, publicado por la revista JAMA Internal Medicine, 450 mil personas de 10 países europeos fueron observadas y se analizó con detenimiento a quienes ingirieron de dos a más vasos de cualquier bebida azucarada al día.
Al finalizar la investigación, se supo que estas personas obtuvieron un mayor riesgo de perder la vida a causa de enfermedades como el cáncer, la diabetes y/o accidentes cerebrovasculares.
A los padecimientos se sumó el riesgo de contraer una enfermedad digestiva, la cual se produce cuando el azúcar artificial daña la barrera intestinal.
La evidencia experimental sugiere que un alto nivel de azúcar en la sangre y un alto consumo de azúcar pueden dañar la barrera intestinal, lo que lleva a un ‘intestino permeable’ y al acceso al sistema inmune intestinal que causa inflamación intestinal, altera la microbiota intestinal y aumenta la susceptibilidad a las infecciones intestinales.”
Dijo Sharon Horesh, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory, por lo que se estima que el consumo en altas cantidades de estas sustancias, acorta considerablemente el tiempo de vida de quienes las ingieren.
El estudio comprendió por bebidas azucaradas a refrescos comunes y de dieta, jugos, jarabes artificiales y bebidas gaseosas bajas en calorías o dietéticas, tomando como referencia la cantidad de 250 mililitros y 355 mililitros.
Por último, se encontró que el consumo de refrescos tiene una relación cercana al desarrollo del Parkinson, una enfermedad que daña al sistema nervioso y al funcionamiento motriz del cuerpo humano.