La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hizo un llamado a la calma después de una serie de protestas violentas de separatistas catalanes que remecieron a la segunda ciudad de España.

Esto no puede seguir así”, dijo Colau este sábado. “Barcelona no se lo merece”. Sostuvo que la violencia el viernes fue mayor que la de las cuatro noches anteriores.

Los manifestantes responden con furia al veredicto del Tribunal Supremo que condenó a prisión a nueve dirigentes del movimiento separatista.

Los separatistas radicalizados han chocado con la policía noche tras noche en Barcelona y otras ciudades de la región, luego de grandes protestas pacíficas.

Las autoridades dijeron que más de 500 personas sufrieron heridas, y que se produjeron unos 150 arrestos.

El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, dijo que las cifras incluyen 300 policías heridos, 101 de ellos el viernes. Añadió que 264 vehículos policiales sufrieron daños graves.

Que el independentismo violento está detrás de estos actos es evidente, no hay discusión. Que nadie lo olvide”, dijo Grande-Marlaska en Barcelona después de visitar a los agentes en el hospital.

Es gente preparada en el ejercicio de la violencia. Gente organizada, con estrategia y que sabe a lo que viene, pero evidentemente el Estado de Derecho se defiende bien”, añadió.

Grande-Marlaska pidió al presidente regional catalán que condene explícitamente la escalada de la violencia y exprese su apoyo a los agentes de la ley. Destacó que han pasado cinco días sin una condena firme de la violencia por parte del presidente Quim Torrá.

Torrá ha efectuado llamados genéricos a los manifestantes a que respeten los principios no violentos del movimiento separatista.

Este sábado, Torrá y su vicepresidente, Pere Aragonès, dedicaron un discurso televisado a atacar el veredicto del Tribunal Supremo. Aragonès insinuó que la policía nacional, controlada por Madrid, había sido excesivamente agresiva con los manifestantes.

Torrá exigió una reunión con el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, para hablar de la secesión y la libertad de los presos.

La oficina de la presidencia respondió que “El gobierno de España siempre ha estado a favor de dialogar dentro de la ley. Primero ley y luego diálogo”.