El papa Francisco se disculpó este miércoles por golpear la mano de una mujer que lo sujetó y tiró de él hacia ella.

En sus deseos de Año Nuevo frente a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Francisco confesó haber perdido la paciencia con la mujer mientras paseaba por esa misma plaza el martes por la noche para admirar una representación del nacimiento de Jesús.

Las cámaras capturaron la escena cuando la mujer, desde detrás de una barrera, extendió la mano y agarró la mano del papa, tirando violentamente de él hacia ella. Francisco reaccionó bruscamente, exclamó algo y luego le dio una palmada en la mano para que ella lo dejara ir. Frunciendo el ceño muy molesto, se dio la vuelta y se alejó.

En comentarios improvisados, Francisco dijo: “muchas veces perdemos la paciencia. Yo también”. Luego agregó: “Le digo que me disculpe por el mal ejemplo” por el incidente del martes.

Papa equipara violencia hacia mujeres con profanar a Dios

Durante su homilía en la misa de Año Nuevo, el papa Francisco colocó este miércoles gran parte de sus esperanzas para que este 2020 sea un mundo más pacífico para las mujeres, diciendo que usar la violencia contra ellas equivale a profanar a Dios, y pidiendo que se les involucre cada vez más en la toma de decisiones clave.

En la basílica de San Pedro, Francisco criticó “las muchas veces que se sacrifican los cuerpos de las mujeres en el altar profano de la publicidad, de los beneficios y de la pornografía”. El papa lamentó que, aunque las mujeres son “las fuentes de la vida”, “son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, obligadas a prostituirse” o forzadas a abortar.

Francisco no mencionó si bajo su pontificado podría cambiar la forma en las mujeres son tratadas en la propia Iglesia católica.

Afirmó que, si queremos un mundo mejor para el año nuevo, debemos tratar a las mujeres con dignidad.

Francisco exhortó que las mujeres estén “completamente asociadas” con la toma de decisiones para hacer que el mundo esté más unido y en paz.

Si queremos un mundo mejor, que sea una casa de paz y no un patio de batalla, que nos importe la dignidad de la mujer”, dijo Francisco. “Las mujeres son donantes y mediadoras de paz y deberían estar completamente asociadas con los procesos de toma de decisiones”.

Cuando las mujeres pueden transmitir sus regalos, el mundo se encuentra más unido y más en paz. Entonces, una conquista para las mujeres es una conquista para toda la humanidad”, señaló.