La Fiscalía de Nueva York presentó este viernes nuevos cargos por tráfico de drogas contra el excomandante de Policía mexicano Iván Reyes Arzate, que cumple condena en Estados Unidos por filtrar información confidencial a uno de los cárteles de droga y estar vinculado al caso del extitular de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

Reyes Arzate, que se declaró inocente en una comparecencia celebrada este viernes en un tribunal federal del barrio neoyorquino de Brooklyn, fue imputado por tres cargos.

Uno de «conspiración para importar cocaína», otro de «conspiración para distribuir cocaína y poseer cocaína con la intención de distribuirla», y un tercero de «conspiración para la distribución internacional de cocaína», según el documento de la Fiscalía, firmado por el fiscal federal del distrito Este de Nueva York, Richard P. Donoghue.

Estaba previsto que Reyes Arzate fuera puesto en libertad y deportado a México el próximo 27 de enero tras cumplir una pena de cárcel impuesta por un tribunal de Chicago en 2018, ante el que había reconocido su culpabilidad por pasar información a un cártel.

Asimismo, en un texto separado, Donoghue vincula el caso de Reyes Arzate con el del exministro de Seguridad, Genaro García Luna, acusado de narcotráfico por otro tribunal de Nueva York.

Además, lo relaciona con Joaquín «el Chapo» Guzmán, que fue condenado el año pasado a cadena perpetua por tráfico de drogas.

Donoghue asegura que los tres casos están «presuntamente relacionados», por lo que solicita que el nuevo proceso contra Reyes Arzate sea reasignado al juez Brian M. Cogan, que es quien actualmente preside el proceso contra el exministro García Luna y quien sentenció a el Chapo.

La Fiscalía explica que los cargos contra Reyes Arzate emergen de los sobornos que recibió a cambio de información por parte del cartel mexicano El Seguimiento 39, que estaba asociado, entre otros, con el de Sinaloa, que dirigía Joaquín Guzmán y con la organización encabezada por el narco Arturo Beltrán Leyva, una facción del cartel de Sinaloa de la que se separó posteriormente y con la que acabaría enfrentándose en 2008.

Según el documento fiscal, durante el tiempo que Reyes Arzate ocupó el cargo de comandante de la Policía -entre 2008 y 2016- también se convirtió en el principal nexo de contacto entre México y las fuerzas de seguridad estadounidenses, incluido el departamento antidrogas (DEA, por su sigla en inglés).

«Ayudó a los carteles mexicanos a canalizar cocaína a Estados Unidos, incluido Nueva York, a cambio de, al menos, cientos de miles de dólares en sobornos», apunta el escrito fiscal.

Donoghue apunta que Reyes Arzate ocupó su cargo en la época en la que García Luna fue el Secretario de Seguridad de México, entre 2006 y 2012, y que ambos recibieron sobornos por parte del cartel de Beltrán Leyva.