Al final de su argumentación en el juicio político a Donald Trump, los demócratas de la Cámara de Representantes advirtieron el viernes que el presidente seguirá abusando de su autoridad y poniendo en riesgo la democracia estadounidense a menos que el Congreso intervenga para destituirlo antes de las elecciones de 2020.

Después pidieron a los senadores republicanos que permitan nuevos testimonios antes de emitir un veredicto final.

“Denle a Estados Unidos un juicio justo”, manifestó el representante demócrata Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la cámara baja. “Se lo merece”.

Schiff pronunció los últimos alegatos demócratas en el Senado tras tres días de metódica y apasionada argumentación que detalló las acusaciones de que Trump abusó de su poder al pedir a Ucrania investigaciones a rivales políticos, y luego obstaculizó la investigación del Congreso sobre el asunto.

Los abogados del mandatario tendrán su primera ocasión para defenderlo el sábado, y se espera que afirmen que actuó de forma apropiada.

No parece que las cuestiones iniciales planeadas por los demócratas hayan hecho nada para restar apoyos republicanos a Trump ni para convencer a suficientes legisladores centristas para citen a nuevos testigos, incluyendo el exasesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton. En su último llamado a los legisladores y la dividida nación, Schiff apuntó que un veredicto de culpabilidad era la única vía para frenar lo que calificó de la “amenaza inminente” que suponen para el país los impulsos inconstitucionales de Trump.

“Él es quien es”, dijo Schiff. “Saben que no va a parar (…) No va a parar a menos que el Congreso haga algo al respecto”.